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En una conversación con Mila Benito Tapia, Directora de Marketing y Comunicación de la Fundación Banco de Alimentos de Madrid (FBAM), se profundiza en la evolución de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y la Sostenibilidad en los últimos años. Mila, quien lleva más de seis años en la Fundación, destaca cómo la misión de la FBAM ha estado intrínsecamente vinculada con estos valores desde sus inicios, con un fuerte compromiso hacia la sostenibilidad social, ambiental y económica.
“Nuestra razón de ser es reducir la inseguridad alimentaria y evitar el desperdicio de alimentos, lo que está directamente relacionado con la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad“, afirma Mila. La entrevista revela cómo la FBAM ha trabajado durante 30 años para contribuir con la comunidad, generando un impacto real mediante su labor alimentaria y los programas de sensibilización.
En este contexto, Corresponsables, medio referente en el ámbito de la RSE, cumple este año su 20 aniversario y es mencionado por Mila como un actor clave en la evolución de la RSE en España. Según Mila, “Corresponsables ha sido esencial para ayudar a las empresas a impulsar su Responsabilidad Social y ambiental, compartiendo buenas prácticas y conocimiento”. Con motivo de este aniversario, la Directora de Marketing y Comunicación de la Fundación recalca que “su labor ha sido clave para visibilizar la importancia de integrar la Sostenibilidad en la estrategia de las empresas”.
Mila, ¿cómo, cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
La Fundación Banco de Alimentos de Madrid (FBAM) ha estado siempre relacionada con la RS y la Sostenibilidad porque forma parte de su misión, está en su ADN. Su razón de ser es trabajar para reducir la inseguridad alimentaria de una parte de la población vulnerable de la Comunidad de Madrid y evitar el desperdicio de alimentos aprovechando los que son aptos para el consumo humano, misión estrechamente relacionada con la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad. Esta misión es aún más relevante con la reciente aprobación de la Ley de Prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, que señala a los bancos de alimentos como principales receptores de excedentes de alimentos. Llevamos 30 años desarrollando esta tarea y hemos avanzado para ayudar a nuestros donantes a cumplir con la ley y los requisitos que esta marca.
“Nuestra razón de ser es reducir la inseguridad alimentaria y evitar el desperdicio de alimentos, lo que está directamente relacionado con la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad”
Gracias al aprovechamiento de alimentos, sólo en 2024 evitamos la destrucción de 10.721.613 kg de alimentos (63,3 % de los ingresados) y sus correspondientes emisiones de CO2.
Apoyamos la Sostenibilidad en sus tres vertientes: Sostenibilidad social, ambiental y económica.
- Impacto social: trabajamos cada día para erradicar la pobreza, uno de los mayores desafíos globales, a través de la distribución gratuita de alimentos.
- Impacto ambiental: recuperamos alimentos que, de otro modo, acabarían siendo residuos, reduciendo el desperdicio y su correspondiente impacto negativo en el planeta.
- Impacto económico: fomentamos la economía circular al optimizar el uso de recursos, reducir costes asociados al desperdicio y generar valor a través de la eficiencia en la gestión y distribución de alimentos.
Más allá de nuestra propia acción, tenemos un alto nivel de compromiso para ayudar a las empresas que colaboran con nuestra entidad para ayudarles a cumplir sus objetivos de RS y Sostenibilidad a través de programas conjuntos.
Un hecho curioso es cómo nacen los Bancos de Alimentos a raíz de una genial idea para evitar el desperdicio de excedentes de alimentos y aprovecharlos para el consumo humano. Fue una historia real que provocó el origen de los bancos de alimentos en Arizona, en el año 67. Lo protagonizó una persona que, inconscientemente, aportó el germen de lo que fue el primer Banco de Alimentos. John Van Hengel, observó a un grupo de madres solteras, a las que ayudaba, que tenían bien alimentados a sus hijos a pesar de sus muy escasos recursos económicos y descubrió que lo hacían recogiendo excedentes de alimentos en tiendas de comestibles que no se podían comercializar cuyo destino era la basura y ellas los aprovechaban para dar de comer a sus hijos. Pasado el tiempo Van Hengel contó con un primer almacén, dando origen al primer banco de alimentos que proliferaron después en USA y posteriormente en el mundo, gracias a la inspiración de aquellas madres.
“La Fundación Banco de Alimentos de Madrid lleva 30 años trabajando para reducir el desperdicio y mejorar la alimentación de las personas vulnerables”
Su legado y su historia nos sigue inspirando para trabajar junto a otras organizaciones que nos ayudan, para solucionar la alimentación deficiente que sufre una parte de la población de Madrid y evitar la destrucción de alimentos.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzaste en comparación con cómo es hoy?
Ha evolucionado mucho y para bien. Hoy la RSE está estrechamente ligada a la estrategia corporativa de las compañías y se trabaja en ello por convicción, no solo por obligación.
En el caso de la Fundación Banco de Alimentos de Madrid, la RSE también ha evolucionado muy positivamente. En sus inicios realizaba una función puramente asistencial, distribuyendo únicamente los alimentos que le llegaban. Hoy la entidad, especialmente desde 2020 con la llegada de la pandemia, ha experimentado un profundo cambio en su estructura organizativa, se ha digitalizado, en resumen, se ha profesionalizado, y todo ello ha hecho posible esta evolución positiva en RSE y Sostenibilidad que podemos resumir de este modo:
- Se ha ampliado el ámbito de actuación:
Trabajamos no solo para dar seguridad alimentaria y evitar el desperdicio de alimentos, sino también en programas de sensibilización dirigidos a niños y adolescentes fomentando su participación y voluntariado.
Apoyamos a la comunidad, generando un impacto positivo en ella, ayudando a más de 500 entidades sociales cuyos beneficiarios ven garantizada una cesta básica de 16 alimentos esenciales y variados, incluyendo fruta y hortaliza, que les garantizan una comida diaria suficiente y saludable. A veces, las ayudas van más allá y, a través de colaboraciones y alianzas con otras compañías, les facilitamos elementos esenciales para ganar en eficiencia y apoyar la Sostenibilidad: un ejemplo reciente, gracias a la ayuda de una importante empresa como CESCE, estamos ofreciendo cámaras frigoríficas para la correcta conservación de los alimentos, haciéndolos más duraderos y evitando transportes innecesarios, apoyando así la Sostenibilidad.
- Promovemos el voluntariado y el compromiso de los ciudadanos/madrileños con su comunidad:
Lo hacemos a través de nuestros programas de voluntariado, tanto de particulares (382 voluntarios/as habituales, 8.200 ocasionales y 1.640 estudiantes de centros educativos en 2024) como de empresas, colaborando con sus programas de Voluntariado Corporativo (2.000 empleados de 150 empresas ayudaron formando parte del voluntariado del Banco de Alimentos de Madrid en 2024).
- Estrechamos las colaboraciones y alianzas:
En línea con el cumplimiento del ODS 17, establecemos alianzas y acuerdos de colaboración con todo tipo de empresas y organizaciones para maximizar conjuntamente nuestro impacto social positivo y alcanzar/mejorar objetivos de sostenibilidad. Gracias a estas ayudas hoy contamos, por ejemplo, con dos instalaciones de placas fotovoltaicas en nuestros almacenes de Alcalá de Henares y Alcorcón, hemos sustituido vehículos de nuestra flota por vehículos ECO y se ha instalado un sistema de baterías en nuestro almacén regulador del Corredor del Henares para almacenar la energía solar producida y optimizar su uso.
- Utilizamos la tecnología para favorecer la sostenibilidad y el medio ambiente:
Se han introducido cambios en los sistemas de donación de las grandes campañas Gran Recogida y Recogida Primavera, cuyas donaciones son hoy en día digitales en un 80% realizadas al pasar por caja en el establecimiento o a través de los canales digitales propios del Banco de Alimentos de Madrid. También se han implementado Operaciones Kilo digitales. Estos nuevos sistemas de donación hacen las donaciones más eficientes, evitan transportes innecesarios de alimentos y que estos se desperdicien.
Querida Mila, ¿cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Desde mi incorporación a la FBAM en 2019, la relación con Corresponsables ha sido continuada y muy valorada por nuestra Fundación, especialmente en los últimos años en los que la RSE y la Sostenibilidad se han convertido en un eje central estratégico de las empresas con las que colaboramos que, a su vez, quieren dirigir sus ayudas y donaciones a organizaciones como la nuestra que garantizan un trabajo transparente, eficiente y sostenible.
“Corresponsables ha sido esencial para ayudar a las empresas a impulsar su responsabilidad social y ambiental, compartiendo buenas prácticas y conocimiento”
Para nosotros es un gran compromiso y Corresponsables ha sido de gran ayuda para poner en común buenas prácticas y compartir conocimiento. Corresponsables ha jugado y juega un papel esencial para ayudar a las empresas a impulsar la RSE y animarlas a participar, empujando la responsabilidad social y ambiental, en el ámbito de la formación y también otorgando reconocimientos y certificaciones. Realiza además una labor muy importante compartiendo experiencias y conocimiento, especialmente a través de su Anuario.
¿Qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
En los inicios la RSE se basaba en la filantropía y la caridad o el servicio asistencial. Resumiendo mucho, las empresas nos hacían donaciones monetarias, de alimentos o en bienes y servicios para ayudar a colectivos vulnerables sin tener en cuenta el impacto que podían tener en su negocio. Eran acciones de ayuda aisladas que no estaban integradas en su estrategia empresarial como lo están hoy en día. Todas sus acciones son además medidas a través de KPI´s definidos en un doble sentido: por el impacto social que generan y por el impacto dentro de la propia compañía y su negocio.
“La Sostenibilidad es una prioridad en nuestra misión, y trabajamos en sus tres vertientes: social, ambiental y económica”
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Si nos centramos en los últimos 20 años ha habido algunos hitos muy importantes como el Acuerdo de París (2025) que definió y destacó la importancia del cambio climático y la sostenibilidad. Y un segundo hito, importantísimo, fueron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados en 2015 que definieron claramente un marco para abordar los desafíos globales a los que nos enfrentamos para promover el desarrollo sostenible.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
Mi principal aprendizaje ha sido, sin duda, tener el convencimiento profundo de que no es posible concebir el desarrollo y el progreso presente sin entender que ha de llevarse a cabo sin comprometer el bienestar de las personas y del planeta en el futuro y muy especialmente el de las generaciones venideras.
“Gracias a la ayuda de empresas como CESCE, estamos promoviendo la sostenibilidad a través de la mejora de la conservación de alimentos con cámaras frigoríficas”
¿Tienes alguna anécdota, Mila, que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la RSE?
En nuestro caso, ha habido un cambio total en la percepción de lo que es nuestra labor como Banco de Alimentos que en los primeros años – y hace ya 30 – se consideraba como una misión puramente asistencial y de caridad, casi en un sentido religioso: “dar de comer al hambriento”.
Hoy buscamos un impacto real positivo en la vida de la persona beneficiaria que recibe nuestra ayuda alimentaria que solo es una ayuda puntual, una palanca para que pueda salir de su situación de vulnerabilidad y recuperar cuando antes su vida. Nuestro fin último es su reintegración social y evitar que la pobreza se cronifique. Ese es nuestro impacto positivo: trabajamos por el bienestar de las personas.
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
Dos personas destacables son Antonio Argandoña, experto en ética empresarial y pionero en esta materia que ha trabajado como docente en la Universidad de Navarra y creó la Cátedra La Caixa de Responsabilidad Social y Gobierno Corporativo. Otra figura destacada en este ámbito es Ramón Jaúregui, considerado uno de los pioneros de la RSE en España a quien tuve recientemente la oportunidad de escuchar en una ponencia en el Ateneo de Madrid sobre la materia.
¿Puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Hay muchos casos de éxito en el campo de la RSE llevados a cabo por empresas españolas: ejemplos son Inditex (y su programas Re-owned o participación en las tiendas RE), Mercadona (impulsando la economía local y la Sostenibilidad en su modelo de negocio) y también algunas energéticas como Iberdrola o Repsol que han puesto un especial énfasis en la creación y participación en programas que trabajan bajo criterios de RSE (ambientales, sociales y de gobernanza).
Como caso de éxito relacionado directamente con nuestra organización, pongo en valor a Fundación la Caixa y CaixaBank y su campaña “Ningún hogar sin alimentos”. Se lleva a cabo dentro de sus programas de Acción Social y en 2025 cumple su 6ª edición que ya ha alcanzado los 2 millones de euros entre los clientes de la entidad y lo aportado por la propia organización, destinados íntegramente a la compra de alimentos de cesta básica para población vulnerable y que serán distribuidos en su totalidad por los 54 bancos de alimentos asociados a FESBAL (Federación española de bancos de alimentos). En sus 6 ediciones se han conseguido cerca de 12 toneladas de alimentos.
Mila, ¿qué lecciones has aprendido a lo largo de estos años en el campo de la RSE y la Sostenibilidad?
Es importante entender que la RSE es una labor de todos: sociedad, instituciones, empresas, gobiernos, tercer sector… y que se engrandece con el trabajo conjunto. Establecer alianzas es clave para avanzar más rápido y de manera más eficiente. Y los medios de comunicación tienen un papel muy relevante.
“Nuestro fin último no es solo dar alimentos, sino trabajar para que las personas vulnerables puedan reintegrarse socialmente”
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
Queda mucho camino por recorrer. De hecho no se cumplirán muchos de los compromisos adoptados por los líderes mundiales en la Agenda 2030. Se avanza, pero más lentamente de lo deseado.
“Hoy en día, las empresas entienden que la RSE no es solo una obligación, sino una convicción que debe estar alineada con su estrategia corporativa”
En la FBAM, uno de los principales retos que tenemos para poder seguir avanzando es mantener los recursos, tanto de donaciones como de personas voluntarias, para cumplir con nuestra misión. También contar con recursos financieros que mantengan nuestros mínimos costes operativos.
Por otro lado necesitamos seguir mejorando nuestras herramientas y sistemas de trabajo para seguir reduciendo nuestra huella ambiental y formar a equipos de personas que trabajen en proyectos que aporten mejoras ambientales y sostenibles. Uno de nuestros mayores logros en este sentido ha sido digitalizar el proceso de compras, almacén y distribución, lo que ha supuesto un gran avance en materia de Sostenibilidad en nuestra organización.
Nuestra mayor oportunidad es, sin duda, seguir estableciendo alianzas con empresas colaboradoras, que nos ayuden a conseguir los recursos y que sigan confiando en nuestra organización para cumplir con sus metas en materia social y medioambiental.
Para concluir, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Su papel es esencial, es una misión que ha de transmitirse de generación en generación.
Si pensamos en la actual generación ALFA, nacidos a partir de 2013, es la generación más preparada y formada de la historia, ha crecido con la tecnología y valora la inclusión, la diversidad, la igualdad y la justicia social. Está cada vez más concienciada con la Sostenibilidad y busca promover y participar en acciones éticas y sostenibles. Pero aunque por perfil cabe pensar que continuarán defendiendo el desarrollo sostenible en favor de las personas y del planeta, es una generación desencantada con la política y con las instituciones en general y esto puede afectar negativamente en su compromiso futuro.
“El futuro de la RSE y la Sostenibilidad está en las nuevas generaciones, pero necesitamos recuperar su confianza para que continúen con el legado”
Son jóvenes más preocupados por lo individual vs lo colectivo, y a veces por su propia supervivencia más que por la del planeta. Es importante que recuperen la confianza para que continúen con el legado.
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