Fernando Prieto del Campo, Director del Observatorio de la Sostenibilidad, ha sido un referente en la promoción de la RSE y la Sostenibilidad en España. Con más de 30 años de experiencia en el análisis y promoción de la Sostenibilidad en el ámbito empresarial, Prieto nos ofrece una visión clara sobre la evolución de estas prácticas a lo largo de las últimas dos décadas. Para él, la Sostenibilidad ha dejado de ser una opción y se ha consolidado como un imperativo en la estrategia de las empresas: “La Sostenibilidad ya no es algo opcional, es la clave del futuro para las empresas que buscan estar alineadas con las exigencias sociales y ambientales.”
A lo largo de la entrevista, Fernando reflexiona sobre los retos y avances en el ámbito de la RSE y cómo el entorno ha cambiado significativamente desde que comenzó su carrera en este campo. “Al principio, hablar de Sostenibilidad en el ámbito empresarial era casi un tema marginal, muy relacionado con la filantropía y la acción voluntaria de unos pocos directivos”, señala. “Hoy en día, es una cuestión estratégica que forma parte de la agenda de la alta dirección y es un factor clave para la competitividad de las empresas”, agrega.
Con motivo del 20 aniversario de Corresponsables, Fernando resalta la labor de la organización como un actor clave en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en España. “Corresponsables ha jugado un papel fundamental en visibilizar la Sostenibilidad y promover las buenas prácticas empresariales. Su capacidad para reunir a empresas de todos los tamaños y sectores y fomentar el intercambio de experiencias ha sido crucial para impulsar la transformación hacia un modelo de negocio más responsable y comprometido con el medio ambiente”, afirma Prieto, subrayando la importancia de los Anuarios de Corresponsables como herramienta de visibilidad para aquellas empresas que apuestan por la RSE.
Fernando Prieto también destaca la importancia de las plataformas de comunicación como Corresponsables, que han permitido a las empresas dar visibilidad a sus avances y aprender de las experiencias de otros. “Participar en los Anuarios de Corresponsables nos ha permitido a muchas organizaciones compartir avances y establecer vínculos con otras que estaban a la vanguardia de la Sostenibilidad“, comenta. Y en relación con el 20 aniversario de Corresponsables, agrega: “Es un hito muy significativo, ya que hemos visto cómo la organización ha evolucionado, consolidándose como un referente clave para las empresas en términos de RSE.”
A lo largo de esta conversación, Fernando Prieto del Campo nos ofrece una visión clara de los avances en el campo de la Sostenibilidad empresarial, los hitos alcanzados en las últimas dos décadas y la necesidad de seguir avanzando hacia un modelo de economía más circulante y respetuoso con los recursos naturales. “Es fundamental que sigamos impulsando la Sostenibilidad no solo como una responsabilidad, sino como una oportunidad de crecimiento y competitividad para las empresas”, concluye.
¿Cómo, cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Comencé en 2005 con el tema de Responsabilidad Social y Sostenibilidad, aunque ya trabajaba en medio ambiente desde 1985. Mi primer trabajo fue realizando análisis de tendencias de datos en temas como incendios forestales, detección de tendencias y propuesta de soluciones. También abordé temas como calidad del aire, producción de residuos, ocupación de usos del suelo, entre otros.
Me llamaban la atención los cambios de nombres de organismos de la administración o de organizaciones. Por ejemplo, la Junta de Energía Nuclear se transformó en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), o el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) pasó a ser conocido de otra forma, o la AEPLA (Asociación Española de Plaguicidas) se convirtió en la Asociación Española de Protección de las Plantas. Incluso los basuras pasaron a llamarse residuos sólidos urbanos, etc. Es decir, ya empezaba el greenwashing.
“La Sostenibilidad ya no es algo opcional, es la clave del futuro para las empresas que buscan estar alineadas con las exigencias sociales y ambientales”
Había especies consideradas como “alimañas” como linces, osos, lobos, garduñas, e incluso nutrias o rapaces como el águila imperial, que se eliminaban de los cotos de caza y de los ecosistemas. Hoy en día, son especies emblemáticas que deben ser conservadas y que suponen un gasto importante para todos. Actualmente, el lobo todavía se caza en este país, al igual que los zorros, que siguen siendo considerados alimañas.
Enseguida, entré en el gabinete de presidencia del gobierno, donde, como no sabían dónde poner el tema de Sostenibilidad, lo incluyeron en Economía, lo cual fue un acierto. Allí pude asesorar en algunos temas importantes de inversiones procedentes de Europa, fondos estructurales, de una forma incipiente en renovables, etc., y otros proyectos más concretos, como la transformación del campo de tiro de Anchuras, que iba a ser un campo de entrenamiento de la OTAN, en el Parque Nacional de Cabañeros.
Recuerdo que los asesores de defensa estaban muy preocupados por la peligrosidad de los grandes rapaces, como buitres negros, respecto al enorme gasto de un avión militar. Otros proyectos muy dañinos no los pudimos parar, como el embalse de Riaño o la puesta en regadío en zonas áridas. Los políticos cambiaban rápidamente de registro: de intentar hacer un campo de tiro a un parque nacional, en cuestión de semanas.
Querido Fernando, ¿cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
Al principio, la RSE era algo opcional y muy poco representativo. Casi tenía una parte de filantropía y dependía solo de la actitud personal de algunos (escasos) directivos. Aunque el objetivo era, al igual que ahora, maximizar beneficios, no se consideraba necesario invertir en otros temas. Posteriormente, si había algún accidente, las empresas intentaban negar la propia realidad con contrainformes, intentando ocultar los efectos de vertidos o minimizar los efectos sobre la salud de la población, por ejemplo, en temas como la calidad del aire.
En una segunda etapa, las empresas, sobre todo las extranjeras, comenzaron a ver que podía ser beneficioso para la marca realizar determinadas acciones hacia la sociedad, los empleados, los accionistas. En esa década, empiezan los primeros estándares e iniciativas globales como el GRI, el Pacto Mundial, la norma SA8000. Algunos problemas ambientales globales ya eran evidentes, como la disminución de la capa de ozono, y las ideas de Sostenibilidad empezaban a estar presentes de forma teórica, pero no integradas en el negocio. Las emisiones de la central de Endesa en Andorra, por ejemplo, ya contaminaban los bosques del Maestrazgo.
En la siguiente fase, ya se empieza a hablar de RSC y se intenta integrar en la estrategia del negocio. Michael Porter acuña el concepto de “Valor Compartido“, que propone que la competitividad de una empresa y el bienestar de la comunidad están entrelazados. Empiezan las inversiones socialmente responsables, aunque de forma incipiente, y se comienzan a realizar memorias de forma voluntaria, incluyendo algunos temas que empezaban a preocupar, como los datos de emisiones de gases de efecto invernadero.
“Al principio, hablar de Sostenibilidad en el ámbito empresarial era casi un tema marginal, muy relacionado con la filantropía y la acción voluntaria de unos pocos directivos”
El Observatorio de Sostenibilidad empezó a publicar la lista de los bigpolluters o empresas más contaminantes del país, un tema que cada vez ha despertado más interés. Aparecieron los Objetivos de Desarrollo Sostenible a partir de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y diferentes métricas de Sostenibilidad. El Acuerdo de París y el Acuerdo de Sendai de reducción de riesgos aparecieron también en el año 2015. A la vez, los diferentes grupos ecologistas iniciaron una mayor presión sobre las empresas en temas como vertidos, calidad del aire, reducción de emisiones de carbono y gas para la producción de energía, etc.
Hoy en día, la RSC es mucho más central y necesaria en las empresas, y la presión sobre ellas ha hecho que el tema se aborde de forma más seria. Los consumidores también empiezan a tomar más en serio la Sostenibilidad, preocupándose por su salud, lo que lleva a preferir empresas más limpias y sostenibles. Las grandes compañías inician grandes campañas para ser menos contaminantes.
En la última etapa, hasta la actualidad, la Sostenibilidad, al menos de una forma teórica, se incluye y se reporta al CEO de la empresa. Sin embargo, sigue sin haber una rendición de cuentas a la sociedad, y esta tampoco castiga o premia como debería los comportamientos más éticos y honestos. El greenwashing se ha popularizado. Afortunadamente, empieza a haber más transparencia, y los grupos de inversión exigen datos claros de impactos ambientales, inversiones menos contaminantes, aunque de forma aún incipiente.
“Corresponsables ha jugado un papel fundamental en visibilizar la Sostenibilidad y promover las buenas prácticas empresariales”
Gas Natural, por ejemplo, se transforma en Naturgy, o CEPSA en Moeve, sin cambiar radicalmente su core de negocio. Aparecen los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza), lo cual es una muy buena aportación para valorar la RSE. La crisis climática es cada vez más evidente y es muy importante para las decisiones empresariales. Esta era la situación hasta la aparición de Trump y de los partidos de ultraderecha en la Unión Europea, donde se ha dado una paralización y ralentización en la evolución de la Sostenibilidad hasta 2025.
La legislación existente sigue siendo importante, y las empresas deben cumplirla. Por otra parte, las redes sociales cada vez son más importantes y presionan el comportamiento de las empresas.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Corresponsables aparece en 2005 y, desde el principio, fue un socio de referencia en la divulgación y escalado de buenas prácticas empresariales en relación con la Sostenibilidad. Hemos sido invitados y hemos participado en múltiples Anuarios, por lo que solo podemos estar agradecidos por la hospitalidad demostrada.
Ha sido muy importante como punto de encuentro entre empresas y también entre profesionales y empresas de muy distinto tamaño y tipología. El haber participado en los Anuarios de Corresponsables indica que se han admitido otras voces además de las estrictamente empresariales, buscando informes y datos independientes sobre los efectos de las empresas sobre la Sostenibilidad.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
La presión de la calle ha sido importante, unido a los grandes acuerdos internacionales de Naciones Unidas, como la aparición de los ODS, el Acuerdo de París y la adopción del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, en la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres. También el aumento de la preocupación de los grandes medios de comunicación ha llevado a un marco de mayor compromiso con la Sostenibilidad.
Aunque el aumento y la aparición de una legislación cada vez más exigente con las empresas ha sido el factor más determinante de todos.
Fernando, ¿qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
He aprendido sobre la importancia de la capacidad de los datos para medir y, posteriormente, transformar la realidad. También de la importancia de la publicación de los informes como ejercicio de transparencia y rendición de cuentas para seguir transformando esa realidad.
“Hoy en día, la Sostenibilidad es una cuestión estratégica que forma parte de la agenda de la alta dirección y es un factor clave para la competitividad de las empresas”
Dos lecciones: una más negativa, en el sentido de que decía el gran Upton Sinclair: “Es muy difícil que alguien entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda”. Y la segunda, más positiva, donde se comprueba que el trabajo continuo basado en el rigor y los datos, con una adecuada publicidad y presión, es capaz de cambiar corporaciones, procesos y modelos en el buen sentido de la Sostenibilidad.
¿Tienes alguna anécdota que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la RSE?
Sí, cuando empezamos a publicar los informes de las empresas más contaminantes, al principio nadie nos citaba, ni siquiera los ecologistas. Pero, posteriormente, cuando se fue observando la importancia de los datos para la descarbonización, las propias grandes empresas usaban nuestros datos para demostrar que estaban haciendo las cosas bien y que estaban en procesos de descarbonización. En una COP, incluso activistas escribieron sobre su piel los datos de las emisiones de esas grandes empresas contaminantes.
Aunque es evidente que hoy siguen existiendo empresas muy contaminantes en España, especialmente petroleras, que no están reduciendo como deberían sus emisiones.
¿Cuáles consideras, Fernando, que han sido los pioneros en esta materia?
El profesor Santiago González Alonso fue uno de mis referentes en temas de planificación y evaluación de proyectos, además de ser un referente ético. El profesor Fernando González Bernáldez fue un sabio en temas de ecología y protección de los ecosistemas. El doctor ingeniero Juan Avellaner, en temas de energías renovables. El profesor Federico Mayor Zaragoza fue un referente para nosotros en muchos temas de Sostenibilidad y también Domingo Jiménez Beltrán, quien nos enseñó mucho en temas de medio ambiente y Unión Europea.
“Participar en los Anuarios de Corresponsables nos ha permitido a muchas organizaciones compartir avances y establecer vínculos con otras que estaban a la vanguardia de la Sostenibilidad”
¿Puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Más bien, en el campo de la Sostenibilidad, ha habido grandes éxitos (y muchos más fracasos).
Algunos de los grandes éxitos han sido:
- La declaración del Parque Nacional de Cabañeros (y la NO declaración del campo de tiro de Anchuras).
- La paralización del trasvase del Ebro.
- La no realización de regadíos en la comarca de Villafáfila.
- La realización de programas agroambientales que permitieron la compatibilidad entre zonas naturales y medidas de agroecología.
- La creación de carriles bici en Madrid y la aparición de bicicletas en alquiler.
- El aumento de la preocupación por la calidad del aire en las ciudades, y unido a eso, el mayor interés por la salud en relación con la contaminación.
- La publicación de la serie anual de los informes de las empresas más contaminantes.
- El aumento de interés por la construcción en la costa y la desaparición de ecosistemas muy valiosos en las costas.
- La publicación de los análisis de las zonas inundables en relación con la población y las infraestructuras críticas.
- La idea del primer millón de tejados solares.
- La idea de “renovables aquí sí” para localizar zonas donde se podían implantar renovables con mínimo impacto, etc.
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad? ¿Qué retos y oportunidades anticipas para las próximas dos décadas?
La RSC evoluciona hacia la Sostenibilidad. Ya no es una opción, sino un imperativo empresarial. Se fusiona completamente con el modelo de negocio.
Visión: El propósito de la empresa se redefine. No solo existe para generar beneficios, sino para crear valor para todos sus grupos de interés y para el planeta. La Sostenibilidad será el core del nuevo negocio.
La relación con los grupos de interés y especialmente con la sociedad será una relación de co-creación y transparencia radical. Los stakeholders exigen acciones, no solo palabras. Habrá una transparencia máxima en los efectos ambientales, económicos y sociales de las empresas, y estos impactos llegarán a la junta de accionistas y a los decisores de la empresa.
“Es fundamental que sigamos impulsando la Sostenibilidad no solo como una responsabilidad, sino como una oportunidad de crecimiento y competitividad para las empresas”
Se retoma la presión regulatoria de la Unión Europea, que lidera con normativas estrictas, dejando atrás el Green Deal y fomenta la Taxonomía Verde, recuperando los borradores iniciales de esa taxonomía, que obligan a las empresas a reportar y actuar.
Las expectativas sociales serán cada vez más importantes, en temas como la diversidad, equidad e inclusión (DEI), los derechos humanos en la cadena de suministro y la transparencia salarial, temas demandados por empleados, consumidores e inversores.
Las decisiones se basarán en la ciencia, y habrá un consejero científico en las juntas de la empresa.
Por otra parte, las redes sociales permitirán una mayor vigilancia y capacidad de movilización ciudadana. El “greenwashing” se castigará inmediatamente.
Existirá una gran presión social y de los medios para que se cumplan los objetivos ambientales, especialmente en los siguientes temas:
- Crisis climática y descarbonización.
- Economía circular.
- Protección de la biodiversidad.
- Desplastificación.
- Adaptación al cambio climático.
Fernando, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Las nuevas generaciones están muy preparadas y tienen herramientas con las que no contábamos hace unas décadas, e incluso hace unos meses, como la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la posibilidad de sistemas masivos de vigilancia ambiental, en calidad del aire, contaminación de aguas, vigilancia de acuíferos, unida a sistemas de vigilancia por satélites, etc.
Sin ninguna duda, se enfrentarán al cambio climático y a los límites planetarios, y deberán hacerlo de una forma inteligente y exitosa, pensando no solo en las generaciones futuras, sino también en la suya propia.
Para finalizar, añade, si lo deseas, cualquier otra reflexión o consideración que consideres oportuna.
La Sostenibilidad es la clave para un futuro viable y seguro. Las tendencias de los últimos 40 años indican que muchos de los temas que actualmente son voluntarios serán absolutamente obligatorios, tales como la descarbonización, la eliminación de combustibles fósiles, la desplastificación, la conservación de la biodiversidad, la economía circular, la eliminación de las desigualdades en las empresas, la preservación de los bienes comunes como el aire, el agua, los suelos, etc.
Por otra parte, la emergencia climática es cada vez más evidente en todo el mundo, y por ello es imprescindible e inexorable adaptar todos los sectores: desde la industria, el turismo, la agricultura, el sector forestal, el urbanismo, la edificación, y todas las ciudades deben adaptarse a esta nueva realidad climática. Estas acciones deberán realizarse solucionando la desigualdad que actualmente presenta niveles incompatibles con la Sostenibilidad.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables y en la Ficha Corporativa del Observatorio de la Sostenibilidad en el Anuario Corresponsables 2025.

