Silvia Llanes, Directora de ESG e Innovación y Presidenta del Comité de ESG de Gmp, tiene una amplia trayectoria en la implementación de estrategias de Sostenibilidad dentro del sector inmobiliario. En esta entrevista, Llanes comparte su visión sobre la evolución de la Responsabilidad Social Empresarial y la Sostenibilidad en las últimas dos décadas, así como el papel fundamental que juegan las empresas en la transición hacia un modelo económico y social más sostenible.
A lo largo de su carrera, Silvia Llanes ha sido testigo de cómo las empresas han pasado de adoptar iniciativas de RSE de carácter voluntario y aislado, a integrar de manera estratégica los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en su modelo de negocio. “La Sostenibilidad no solo se ha convertido en un eje estratégico para las empresas, sino que es clave para garantizar su competitividad a largo plazo”, destaca Llanes, subrayando que la Sostenibilidad es hoy más que nunca un factor esencial en la viabilidad de las compañías.
Una de las principales referencias en su trayectoria ha sido el trabajo conjunto con Corresponsables. “Conozco a Corresponsables desde sus inicios, cuando apenas comenzaba a consolidarse como un espacio especializado en RSE y Sostenibilidad“, señala Llanes. “La contribución de Corresponsables al ecosistema empresarial ha sido fundamental, especialmente en la última década, en la que han sabido posicionarse como un referente en la divulgación de buenas prácticas y en la creación de espacios de diálogo y reflexión”, añade.
Con motivo del 20 aniversario de Corresponsables, Llanes reflexiona sobre el impacto que ha tenido la plataforma en la evolución de la Sostenibilidad en España y Latinoamérica. “En estos 20 años, Corresponsables ha logrado consolidarse como un canal de comunicación indispensable entre las empresas y la sociedad. Su capacidad para generar contenido relevante y accesible sobre RSE y Sostenibilidad ha sido un motor en la transformación del tejido empresarial hacia modelos de negocio más responsables”, concluye Llanes.
Silvia, ¿cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
¡La verdad es que ha llovido mucho desde mi primera toma de contacto con la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad a nivel empresarial! Fue a finales de la década de 1980, cuando trabajaba en el departamento de marketing de una empresa multinacional americana. Para ser honesta, diría que la Sostenibilidad vino a mí de forma fortuita… ¡No la busqué, me encontró! Mi implicación inicial no fue el resultado de una decisión consciente o de un interés personal o profesional premeditado.
“La Sostenibilidad no solo se ha convertido en un eje estratégico para las empresas, sino que es clave para garantizar su competitividad a largo plazo”
A finales de los 80, yo era una jovencísima brand manager de Clairol, una “marca paraguas” compuesta por una gama de productos para el cuidado del cabello, de la multinacional americana Bristol Myers. En el marco de la estrategia de expansión de Clairol en España, lanzamos Final Net, una laca en spray libre de CFCs (clorofluorocarbonos), compuestos químicos utilizados como propelentes en aerosoles, dañinos para la salud y que contribuyen al deterioro de la capa de ozono. Final Net se posicionaba como la primera laca ecológica de nuestro país, con una propuesta de valor responsable muy innovadora y diferencial para la época, en un mercado de productos de fijación para el cabello dominado por los aerosoles, muchos de los cuales todavía contenían CFCs.
De hecho, su utilización se prohibió en la UE en 1995. La conciencia sostenible de los consumidores y los canales de distribución en aquella época era todavía muy incipiente. Por ello, el esfuerzo de marketing se centró en campañas de concienciación y reeducación para atraer a usuarios que tenían un hábito de uso de aerosoles muy arraigado. El lanzamiento de Final Net ayudó a concienciar a los consumidores sobre la necesidad de adoptar productos más sostenibles, libres de compuestos dañinos para las personas y el medio ambiente. A nivel personal, el proyecto marcó significativamente mi visión sobre el impacto social y medioambiental de las empresas y la relevancia de integrar la Sostenibilidad en las estrategias de negocio.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
En sus orígenes, la Responsabilidad Social Empresarial era utilizada mayoritariamente como una herramienta de marketing y comunicación. No existía un marco normativo específico y las iniciativas de RSE eran principalmente acciones filantrópicas aisladas y voluntarias que aportaban diferenciación en el mercado. Se orientaban más a mejorar la imagen y la reputación de las compañías que a la implementación de cambios profundos y verdaderamente sostenibles dentro de la organización.
“La Responsabilidad Social y la Sostenibilidad han pasado de ser iniciativas aisladas a formar parte integral de la estrategia de las empresas”
A principios de los 2000, ningún consejo de administración del IBEX 35 contaba con comisiones de RSE o Sostenibilidad. En 2006, solo un 15% de las empresas españolas declaraba desarrollar proyectos de RSE, que no formaban parte integral de su modelo de negocio. Tampoco era habitual que existiese una posición específica responsable de RSE en las estructuras organizativas de las compañías. Hoy en día, las crecientes presiones regulatorias, los grandes desafíos globales en materia ambiental y social, y las nuevas expectativas y necesidades de grupos de interés como los inversores, clientes, financiadores, empleados y las comunidades en las que operan las organizaciones, hacen que la Sostenibilidad sea un eje estratégico para la competitividad y viabilidad empresarial.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Conozco a Corresponsables desde sus inicios. Por un lado, cuando se lanzó, las áreas de marketing y comunicación de Gmp estaban integradas en mi departamento. Aunque Corresponsables no apelaba al sector inmobiliario en el que operamos, cubría un espacio del panorama mediático de nuestro país, el de la Responsabilidad Social, que ya entonces, hace 20 años, constituía uno de los valores de Gmp. De hecho, no mucho después del lanzamiento de Corresponsables, nació el proyecto de la Fundación Gmp, cuya misión es mejorar las condiciones de vida de las personas con Discapacidad Intelectual, Daño Cerebral Adquirido, Parálisis Cerebral y Alzheimer, para lograr su plena integración familiar, escolar, laboral y social. Corresponsables se ha hecho eco de muchos de los proyectos de la Fundación Gmp, que ha tenido el honor de ser galardonada en varias ediciones de sus premios.
“Conozco a Corresponsables desde sus inicios, cuando apenas comenzaba a consolidarse como un espacio especializado en RSE y Sostenibilidad”
Corresponsables llenó un vacío importante en el panorama de medios españoles, al ser pionero en ofrecer un enfoque especializado sobre la RSE y la Sostenibilidad. En mi opinión, ha sabido consolidarse como un referente en la materia, debido a su transparencia y a la calidad de su información. Destacaría su capacidad para generar espacios de diálogo y reflexión, y su importante contribución a impulsar la cultura de la sostenibilidad y el desarrollo de negocios más responsables y éticos en España y Latinoamérica.
Querida Silvia, ¿cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
En los últimos 20 años, múltiples factores han influido de forma combinada en el desarrollo de la RSE y la Sostenibilidad. Empezaría por el creciente nivel de información, empoderamiento y exigencia de los consumidores a lo largo de estas dos décadas, impulsado por el auge de las redes sociales y los medios digitales, que se ha traducido en una demanda de productos, servicios y prácticas más sostenibles. Ello ha llevado a las empresas a evolucionar sus propuestas de valor y modelos de negocio. Al mismo tiempo, también se ha producido un cambio significativo en las expectativas de los empleados, quienes se sienten atraídos por empresas con culturas corporativas sostenibles, que promuevan la inclusión, la diversidad, la conciliación y con un propósito que encaje con sus valores personales.
Otro factor determinante en la evolución de la Sostenibilidad ha sido la creciente evidencia del cambio climático, con eventos extremos de consecuencias medioambientales, sociales y económicas devastadoras, que han urgido ineludiblemente a una acción coordinada para adoptar estrategias de mitigación y adaptación en todos los ámbitos, incluido el empresarial. A esta evidencia se han sumado tragedias de carácter social, como el incendio de Rana Plaza en Bangladesh, que sacó a la luz las precarias condiciones laborales en la industria de la moda y generó presión para garantizar prácticas empresariales éticas y sostenibles en la cadena de suministros. Asimismo, COVID-19, fomentó la priorización de la salud de las personas en los entornos de trabajo y la resiliencia empresarial ante futuras crisis.
“El cambio climático, la desigualdad social y la preservación de la biodiversidad son retos que no podemos ignorar como sociedad ni como empresas”
La innovación y la tecnología han sido también grandes palancas en el desarrollo sostenible medioambiental y social. Además, el crecimiento de la inversión y financiación basadas en criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) ha promovido la integración de la Sostenibilidad en la estrategia empresarial para facilitar el acceso a capital y financiación.
Asimismo, la intensa presión del marco regulatorio y los estándares y acuerdos internacionales de los últimos 20 años han sido fundamentales en este proceso. Al respecto, quiero resaltar uno de mis hitos favoritos: el informe “Nuestro futuro común” de 1987. Supuso un cambio de mentalidad que sigue influyendo hoy en día en las políticas públicas, empresariales y sociales. Introdujo por primera vez el concepto de desarrollo sostenible como un modelo que integra el crecimiento económico, la protección ambiental y la equidad social, cambiando la percepción de las empresas, que no solo deben enfocarse en maximizar beneficios económicos, sino también en considerar el impacto social y ambiental de sus operaciones. Además, fue liderado por una mujer, Gro Harlem Brundtland, en un tiempo en el que la participación femenina en organismos, instituciones, gobiernos y consejos de administración era prácticamente inexistente.
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
En el contexto institucional y político, uno de mis principales referentes en Sostenibilidad es Gro Harlem Brundtland. No sólo lideró el informe “Nuestro Futuro Común” en 1987, sino que también rompió las barreras de género como la primera mujer que accedió a la posición de primera ministra en Noruega e impulsó la igualdad de género en su gobierno. Durante su segundo mandato, en 1986, casi la mitad de los miembros de su gabinete eran mujeres, un hito sin precedentes en la historia política, que lanzó un mensaje claro sobre la importancia de la representación equitativa y ayudó a normalizar la presencia de mujeres en altos cargos gubernamentales.
En el mundo científico y de investigación, otra de mis referencias es también una mujer, Rachel Carson, autora en 1962 del libro “Primavera silenciosa” (Silent Spring). Fue una visionaria, que advirtió de que el ecosistema de la Tierra estaba alcanzando sus límites sostenibles y se opuso al uso indiscriminado de pesticidas como el DDT, masivamente utilizado en EEUU. Identificó que producía cáncer y daños genéticos. Despertó la indignación de la industria química e impulsó el inicio de una conciencia global del desarrollo sostenible. El presidente John F. Kennedy solicitó al President´s Science Advisory Committee que analizara sus advertencias y, por primera vez, se reconoció la importancia de regular a la industria para prevenir la contaminación.
“En estos 20 años, Corresponsables ha logrado consolidarse como un canal de comunicación indispensable entre las empresas y la sociedad”
En el contexto empresarial, Paul Polman, ex CEO de Unilever durante una década, hasta 2019. Me parece un líder transformador, pionero en defender y demostrar que las prácticas sostenibles no solo son compatibles con el crecimiento empresarial, sino que pueden ser una ventaja competitiva. Su ejemplo y los resultados que consiguió durante el periodo de su gestión en Unilever definen un nuevo estándar de liderazgo empresarial y ha impulsado la hoja de ruta hacia un futuro de las corporaciones más ético y sostenible.
Finalmente, por mi vinculación al sector inmobiliario y consciente de la importancia de su impacto en el medio ambiente en términos de consumo energético y emisiones, y también en la salud de las personas en tanto pasamos gran parte de nuestra vida en edificios, señalaría a Frank Lloyd Wright, considerado el padre de la arquitectura verde y pionero de la filosofía de la arquitectura orgánica.
¿Puedes compartir, Silvia, algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Me gustaría compartir un proyecto, “Compromiso Autismo”, que fue reconocido como el Mejor Proyecto Social Integrado del año en los GRI Europe 2024 Awards, el pasado 10 de septiembre de 2024, en París. Los Premios GRI son uno de los máximos galardones del sector inmobiliario a escala global que reconocen a las compañías que van más allá de lo convencional en su búsqueda de la excelencia. Cientos de proyectos compiten en diversas categorías y, en concreto, la categoría social valora el compromiso con el impacto positivo en la sociedad.
“Compromiso Autismo” es una iniciativa social de Gmp y Fundación Gmp en colaboración con la Federación Autismo Madrid y la Fundación Autismo Calidad y Vida (AUCAVI). Se trata de un programa de acción formativa, integral y especializada destinado a la comunidad educativa, con el fin de asegurar que los alumnos con trastorno del espectro autista (TEA) reciban la mejor educación posible adaptada a sus necesidades.
“Las empresas con una cultura corporativa sostenible logran generar un impacto positivo tanto en su comunidad como en su cadena de suministro”
El proyecto es pionero y único en España y creemos que aborda una necesidad real y urgente. Se ha convertido en una referencia en el ámbito escolar español. Se dirige a todo el personal de los centros educativos, tanto docente como no docente, al que proporciona metodologías, conocimientos y herramientas adaptadas a las necesidades que tienen estos alumnos. Se lleva a cabo desde 2019 y en 2024 había acreditado a 8 centros en la Comunidad de Madrid. En 2024, expandió su formación a la Región de Murcia con 3 nuevos centros de la mano de las consejerías de Política Social, Familias e Igualdad y Educación y Formación Profesional de la Región de Murcia; de la Asociación ASTRADE y de Federación de Autismo (FAUM).
Asimismo, la Confederación Autismo España y Fundación Gmp ofrecen gratuitamente el curso “Educación Inclusiva para el alumnado con autismo”, una formación online e integral, para la comunidad educativa que había formado, hasta septiembre de 2024, a más de 20.000 profesionales en todo el territorio nacional.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de estos años en el campo de la RSE y la Sostenibilidad?
Muchas. Quizá resaltaría:
- La Sostenibilidad es un desafío global que requiere aunar esfuerzos y colaboración entre instituciones, gobiernos, ONGs y empresas. Las alianzas tienen el potencial de generar un impacto más significativo.
- Las empresas que adoptan prácticas sostenibles son más resilientes frente a crisis económicas, sociales o ambientales. La Sostenibilidad es un factor clave para la continuidad del negocio.
- La Sostenibilidad conlleva plantearnos y abordar retos muy relevantes de justicia social. La desigualdad es devastadora para la economía y la sociedad y éticamente inadmisible.
Recibí el otro día un mensaje en un grupo de WhatsApp que decía: “Procura ponerte siempre algo que combine, por ejemplo: que la cabeza haga juego con el corazón y las palabras con las acciones“. Desconozco quién es su autor o autora, pero me encantaría que en la hoja de ruta de la Sostenibilidad las palabras “hicieran juego” con las acciones…
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
Creo sinceramente que el futuro es hoy. Con esto quiero decir que cualquier procrastinación ante desafíos de la magnitud del cambio climático, la preservación de la biodiversidad, la desigualdad social o los derechos humanos en el contexto actual de conflictos internacionales e inestabilidad geopolítica, es atentar contra nosotros mismos, contra nuestra supervivencia como especie en el planeta y, por supuesto, contra la viabilidad empresarial. El gran reto es que cambiemos, de verdad, el paradigma de nuestro pensamiento colectivo y comprendamos que no vivimos en un planeta con recursos ilimitados, que no podemos crecer de forma infinita en un planeta finito. Otro reto muy relevante es conseguir que la transición a un modelo económico y social sostenible sea justa e inclusiva, sin dejar atrás a las regiones, colectivos y personas más vulnerables.
“La innovación y la tecnología son claves para avanzar en la sostenibilidad, ayudando a las empresas a adaptarse a los nuevos desafíos”
Me gustaría hacer una mención a dos retos en la adopción de un modelo de gestión empresarial con criterios sostenibles: por un lado, la resistencia al cambio y, por otro, la supuesta tensión entre rentabilidad y sostenibilidad. Respecto al primero, la integración de la Sostenibilidad en la gestión de las empresas requiere un cambio cultural profundo, que implica nuevas formas de liderazgo, una reestructuración de los procesos de negocio y un enfoque en la capacitación de los equipos, con implicación real de la alta dirección, de modo que los aspectos ESG impregnen el comportamiento y la toma de decisiones de todas las personas de la organización. Respecto al segundo, en mi opinión, la tensión sostenibilidad/rentabilidad no es tal, denota una visión empresarial anclada en el pasado y que no responde a los intereses y demandas de los grupos de interés de las organizaciones del presente y del futuro. Considero que rentabilidad y Sostenibilidad son aliados. Si cierto es que una empresa no rentable no es sostenible, no es menos cierto que una empresa no sostenible no puede ser rentable. La Sostenibilidad permite a las empresas adaptarse a un entorno global cada vez más exigente y mantener su relevancia y liderazgo en el futuro.
Para concluir, Silvia, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
En mi opinión, ya están jugando un papel muy relevante. Los millennials y la Generación Z son mucho más conscientes de la importancia de un consumo responsable y de las consecuencias del cambio climático. Son nativos digitales y, por ello, tienen gran capacidad de difusión de causas ambientales y sociales, y de conseguir movilización a través de las redes sociales. Los jóvenes están impulsando cambios al preferir productos éticos, demandar políticas ambientales más estrictas y liderar movimientos globales.
Este liderazgo, quizá sea más notorio en asuntos ambientales, como la acción juvenil internacional “Viernes por el Futuro“, iniciada en 2018 por Greta Thunberg, que ha influido en cambios de hábitos de la población: alrededor de un 30% de los suizos encuestados en un estudio declararon haber modificado sus hábitos de transporte, compra y reciclaje a raíz de las protestas. Además, por su dominio tecnológico y espíritu de emprendimiento, tienen gran potencial para generar soluciones innovadoras sostenibles. Creo que son claves en el futuro de la Sostenibilidad, tienen mucho que aportar y mucho que ganar porque son, a la vez, el presente y el futuro.
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