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Luis Alfonso Pérez Romero, CEO de HomeDoctor, con más de 30 años de experiencia en Responsabilidad Social Empresarial (RSE), es un referente en el ámbito de la Sostenibilidad. En una entrevista exclusiva para Corresponsables, nos comparte su visión sobre la evolución de la RSE, los desafíos de las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) y cómo las grandes corporaciones han liderado la implementación de prácticas responsables en América Latina.
“Desde el principio, nos movió el firme compromiso de dejar un mundo mejor que el que recibimos, uno donde las futuras generaciones puedan disfrutar de un planeta más saludable”, afirma Pérez Romero, quien resalta cómo su empresa ha sido pionera en integrar la Sostenibilidad en sus modelos de negocio. En este contexto, también destaca la importancia de iniciativas clave como la ISO 26000, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los esfuerzos para lograr una mayor inclusión de las PYMEs en los esfuerzos de RSE.
Corresponsables, con su labor en pro de la visibilización de las buenas prácticas y el fomento de la colaboración entre empresas, ha jugado un papel clave en este proceso. Con motivo de su 20 aniversario, Luis Alfonso Pérez Romero afirma: “Corresponsables ha sido un motor indispensable en la región, conectando a actores clave y facilitando el intercambio de conocimientos y experiencias. En estos 20 años, ha demostrado ser una plataforma clave para la visibilidad de las iniciativas de RSE, impulsando el compromiso colectivo por un futuro más justo y sostenible.”
A lo largo de la entrevista, Pérez Romero comparte cómo la RSE ha avanzado en los últimos años, los logros alcanzados y las lecciones aprendidas. También destaca los hitos más importantes en la evolución de la Sostenibilidad y subraya que, aunque los grandes avances son evidentes, aún queda mucho por hacer, especialmente en lo relacionado con la transparencia, la gobernanza y la integración de las PYMEs en este camino hacia un desarrollo más sostenible.
Con este testimonio, Luis Alfonso Pérez Romero refuerza su compromiso con la Responsabilidad Social y lanza un mensaje claro a todas las empresas: la Sostenibilidad no es solo un reto, es una oportunidad para transformar el futuro.
Luis, ¿cómo comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Con más de 30 años de experiencia en Responsabilidad Social Empresarial (RSE), nuestra empresa ha sido pionera en la implementación de prácticas sostenibles. Desde los Objetivos de Desarrollo del Milenio, hemos trabajado incansablemente en proyectos y publicaciones enfocados en Marketing Social, colaborando con ONG, gobiernos y empresas. Con la llegada de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015, intensificamos nuestros esfuerzos en RSE con la implementación de la ISO 26000, sostenibilidad, reportes GRI y certificaciones ambientales con el Sistema B. En los últimos cuatro años, hemos profundizado en los conceptos de sostenibilidad, plasmando nuestra experiencia en el libro ‘Modelo de Negocio Ético Sostenible’ (2020), disponible en Amazon: Modelo de Negocio Sostenible.
Nos movió a trabajar la RSE desde la publicación del Club de Roma, los Límites del Crecimiento y el Informe para un Mundo Mejor de Groot Bruland, para dejar un mundo mejor del que hemos recibido para el futuro de nuestros hijos, nietos y tataranietos o más.
A principios del siglo XXI, la adopción de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en el sector empresarial era limitada, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas (PYMEs). Las grandes corporaciones de México y América Latina lideraron la implementación de prácticas RSE, destacando la elaboración de informes GRI y la participación en reconocimientos como el Premio CEMEFI. Sin embargo, las PYMEs mostraron una menor disposición a integrar la RSE en sus operaciones, especialmente en áreas como gobernanza, compromiso comunitario y medidas anticorrupción.
“La Responsabilidad Social debe ser el motor que impulse a las empresas a transformar su entorno y mejorar la vida de las comunidades”
A pesar de los avances logrados en los últimos años y de la creciente relevancia de la Sostenibilidad, persiste una brecha significativa entre las grandes empresas y las PYMEs en términos de implementación de prácticas RSE integrales. En 2024, seguimos observando una limitada actividad en áreas como gobernanza, compromiso comunitario y medidas anticorrupción, particularmente en el segmento de las PYMEs.
La RSE ha experimentado un notable crecimiento en las últimas décadas, pero su adopción ha sido desigual entre los diferentes tamaños empresariales. A principios del siglo XXI, las PYMEs enfrentaban mayores desafíos para implementar prácticas RSE debido a la falta de recursos y conocimiento. Si bien las grandes corporaciones han avanzado significativamente en la elaboración de informes de Sostenibilidad y la obtención de reconocimientos, las PYMEs continúan mostrando rezagos en áreas como gobernanza, compromiso comunitario y medidas anticorrupción.
En el contexto actual, marcado por una creciente demanda de productos y servicios sostenibles, las PYMEs tienen una oportunidad única para diferenciarse y fortalecer su reputación mediante la adopción de prácticas RSE. Sin embargo, es necesario superar barreras como la falta de recursos, capacitación y acceso a financiamiento para impulsar una mayor integración de la RSE en este segmento.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzaste en comparación con cómo es hoy?
A lo largo del siglo XX, el modelo de negocio predominante se caracterizó por un enfoque primordial en la maximización de las ganancias, a menudo a expensas del medio ambiente y la sociedad. La contaminación generalizada, la publicidad engañosa y la proliferación de productos de baja calidad eran prácticas comunes. En México, la responsabilidad de cuidar el medio ambiente recaía principalmente en el gobierno, mientras que el sector empresarial y otros actores sociales tenían una participación limitada.
A partir de la década de 1990, la creciente conciencia ambiental y social impulsó una transformación en la forma de hacer negocios. La academia, a través de instituciones como la UNAM, el Tecnológico de Monterrey y EGADE, jugó un papel fundamental en la generación de conocimiento y la promoción de prácticas más sostenibles. La adopción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a principios del siglo XXI marcó un hito en la agenda global de desarrollo sostenible, sensibilizando a las empresas sobre su impacto social y ambiental.
“La Sostenibilidad no es una opción, es una obligación ética y moral que debemos asumir desde las grandes empresas hasta las Pymes”
Sin embargo, a pesar de los avances logrados, persisten desafíos significativos en la implementación efectiva de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). La corrupción, la desigualdad y la falta de gobernanza continúan siendo problemas acuciantes en muchos países latinoamericanos, lo que dificulta el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Si bien las empresas han avanzado en la adopción de certificaciones y la publicación de informes de Sostenibilidad, es necesario profundizar en la transformación de los modelos de negocio y fomentar una cultura de Sostenibilidad a largo plazo.
La evolución de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en México refleja un proceso de transformación gradual, impulsado por la creciente conciencia ambiental y social. A lo largo de las últimas décadas, diversos actores, como la academia, el gobierno y la sociedad civil, han desempeñado un papel clave en la promoción de prácticas más sostenibles.
La academia ha generado conocimiento y herramientas para abordar los desafíos ambientales y sociales, mientras que el gobierno ha establecido marcos regulatorios y políticas públicas para fomentar la Sostenibilidad. Las empresas, por su parte, han adoptado cada vez más prácticas de RSE en respuesta a las demandas de los consumidores, inversores y otros grupos de interés.
Sin embargo, la implementación de la RSE en México aún enfrenta obstáculos, como la falta de una cultura de transparencia y rendición de cuentas, la informalidad económica y la desigualdad social. Es necesario fortalecer la colaboración entre los diferentes actores para avanzar hacia un desarrollo más sostenible e inclusivo.
Querido Luis, ¿cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Comparto plenamente la urgencia de visibilizar el trabajo de personas, organizaciones y empresas comprometidas con la RSE y la Sostenibilidad. Iniciativas como Corresponsables han demostrado ser fundamentales para impulsar este cambio en Iberoamérica. Sus esfuerzos han sido cruciales para conectar a actores clave, compartir buenas prácticas y generar un impacto positivo en nuestras comunidades. Es fundamental que estas iniciativas continúen y se fortalezcan, ya que son un motor indispensable para construir un futuro más sostenible.
“Corresponsables ha sido un motor clave en Iberoamérica, conectando actores y promoviendo un futuro más justo y Sostenible”
La necesidad de reconocer y apoyar a quienes trabajan en pro de la RSE y la Sostenibilidad es más apremiante que nunca. Iniciativas como Corresponsables han desempeñado un papel invaluable en la visibilización de este sector en Iberoamérica. Sus esfuerzos han sido un catalizador para el cambio y han inspirado a muchos otros a sumarse a esta causa. No podemos permitir que estas iniciativas decaigan. Necesitamos seguir trabajando juntos para fortalecerlas y ampliar su alcance.
La colaboración entre personas, organizaciones y empresas es fundamental para avanzar hacia una sociedad más sostenible. Iniciativas como Corresponsables han demostrado la importancia de crear redes y plataformas que faciliten el intercambio de conocimientos y experiencias. Es a través de este trabajo en conjunto que podemos lograr un impacto real y duradero. Celebro los avances logrados hasta ahora y animo a seguir trabajando juntos para construir un futuro más justo y equitativo.
¿Qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
A pesar del creciente reconocimiento de la importancia de cuidar el medio ambiente, existe una brecha significativa entre el discurso y la acción en México y América Latina. Si bien la mayoría de los sectores económicos declaran su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 2030), persisten desafíos importantes en áreas como la gobernanza, la corrupción y la protección de los recursos naturales. La contaminación de ríos, mares, aire y suelo sigue siendo una problemática grave en nuestra región.
“Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son el mapa que nos guía, pero la acción concreta depende de nosotros”
La crisis ambiental exige una acción urgente y coordinada en México y América Latina. Aunque los ODS 2030 han generado un mayor conciencia sobre la importancia de la Sostenibilidad, los avances han sido insuficientes. La persistencia de problemas como la corrupción, la falta de transparencia y la degradación ambiental ponen en riesgo el futuro de nuestras comunidades y ecosistemas. Es necesario fortalecer las instituciones, promover la participación ciudadana y adoptar medidas más enérgicas para proteger nuestros recursos naturales.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
La historia nos ha mostrado repetidamente los devastadores efectos de la actividad humana sobre el medio ambiente. Los principales catalizadores de la conciencia ambiental global han sido eventos como las guerras mundiales, con sus devastadores impactos en el medio ambiente y la salud humana; la explosión de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki; la Gran Niebla de Londres, que reveló los peligros de la contaminación industrial; y los accidentes nucleares de Chernobyl y Fukushima. Estos eventos, junto con los seminales informes del Club de Roma y el Informe Brundtland, sentaron las bases para una mayor comprensión de los límites del crecimiento económico y la necesidad de un desarrollo sostenible.
Sin embargo, los desafíos ambientales trascienden los desastres naturales y los accidentes industriales. La desigualdad social, la pobreza, la migración y la degradación de los ecosistemas son problemas interconectados que exigen soluciones globales.
Hoy en día, la desigualdad social, la pobreza y la degradación ambiental se han convertido en desafíos globales urgentes que requieren una acción colectiva y coordinada.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
Desde nuestros hogares, trabajos y comunidades, tenemos la responsabilidad de construir un futuro mejor para nuestros hijos. Queremos que crezcan en un mundo donde puedan disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor: ríos limpios, aire puro, bosques exuberantes y mares cristalinos. Pero más allá de la preservación del medio ambiente, anhelamos un mundo donde la humanidad se desarrolle de manera equitativa y pacífica, donde todos, sin importar su edad, tengan las mismas oportunidades.
“Las Pymes tienen un gran potencial para integrar la RSE, pero deben superar barreras como la falta de recursos y capacitación”
Es hora de actuar. Desde nuestros hogares, empresas e instituciones, debemos trabajar juntos para construir un mundo más solidario, justo, sostenible y con afecto. Queremos que nuestros hijos hereden un planeta sano y próspero, donde puedan vivir en armonía con la naturaleza y entre ellos. Comprometámonos a cuidar nuestros recursos naturales, a fomentar la igualdad y a construir comunidades sanas en todos los aspectos de la vida.
Queremos que nuestros hijos crezcan en un mundo donde el desarrollo sea inclusivo y sostenible, donde todos tengan acceso a una vida digna y plena. Debemos actuar de manera colectiva, solo es difícil hacer algo por separado.
¿Tienes alguna anécdota, Luis, que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la RSE?
En los primeros años de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), nos sentimos como si estuviéramos viajando casi solos, abriendo camino. Aquellos de nosotros que trabajábamos en RSE en México y América Latina nos conocíamos bien, pero enfrentamos muchas críticas. Muchos consideraban el deterioro de nuestro medio ambiente como algo inevitable, resultado del crecimiento desenfrenado de la economía y la industria, sin tener en cuenta el impacto negativo que esto tenía en nuestra naturaleza y en la convivencia pacífica entre los habitantes de nuestras naciones.
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
Sin duda, los pioneros en este campo fueron los miembros del Club de Roma en la década de 1960, entre los que destacan Groot Bruland y los coautores del influyente libro Los Límites del Crecimiento: Donella H. Meadows, Dennis L. Meadows, Jorgen Randers y William W. Behrems. También es importante mencionar a Michael Porter, quien integró la responsabilidad social empresarial en sus modelos de competitividad. La ISO 26000, el Sistema B y Corresponsables son iniciativas clave en este ámbito.
Además, figuras como Adela Cortina, con su enfoque en la ética empresarial, y pensadores como Peter Drucker y Milton Friedman han sido fundamentales en la discusión sobre estos temas. Instituciones académicas como la Universidad de Deusto en España, la Universidad Autónoma de Madrid, la UNAM en México y el Tecnológico de Monterrey también han contribuido significativamente a este enfoque.
¿Puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Construrama México, por iniciativa de la empresa cementera CEMEX de México, creó un modelo de negocio para dignificar a los pequeños y medianos negocios para la construcción, logrando crear una red comercial que no existía y logró la dignificación del trabajo para cientos y cientos de familias, comprometidas con la RSE y el cuidado del medio ambiente.
“La Sostenibilidad es la oportunidad de las empresas para diferenciarse, pero solo si se adopta de manera genuina y no como una moda”
Para finalizar, ¿cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
Atender de manera inmediata la corrupción, desarrollar el trabajo orientado a construir valores como la solidaridad, la justicia, el respeto y el afecto. Las nuevas generaciones se están empoderando en estos temas y tienen mayor conciencia de lo que se debe seguir haciendo y lo que se necesita hacer para construir un mejor mañana.
“El futuro de las empresas está ligado a su capacidad de adaptarse a los nuevos desafíos de la Sostenibilidad”
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