Oikocredit, cooperativa internacional dedicada a la inversión de impacto en países de bajos ingresos, acaba de publicar su Informe de Impacto 2025. El documento recoge los principales resultados de su labor durante el último año y conmemora medio siglo de trayectoria, destacando su contribución a la inclusión financiera, la agricultura sostenible y las energías renovables en comunidades de bajos ingresos de África, Asia y América Latina y el Caribe. Además, desarrolla con detalle su aportación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de más de 50 indicadores y subraya el valor de su programa de mejora de capacidades para organizaciones socias.
Desde su fundación en 1975, Oikocredit ha demostrado que las finanzas basadas en valores pueden transformar vidas. A lo largo de medio siglo, ha desembolsado más de 5.800 millones de euros en apoyo a 2.240 organizaciones socias en 75 países.
El nuevo informe confirma la solidez de este compromiso: las organizaciones socias de la cooperativa han alcanzado a 49 millones de clientes del Sur Global y a casi 3 millones de micro, pequeñas y medianas empresas. Analizando el perfil de cliente, el 88 % de las personas beneficiadas por las organizaciones socias de Oikocredit para la inclusión financiera han sido mujeres, y el 72 % viven en zonas rurales.
Por otra parte, y fruto de las colaboraciones de Oikocredit con organizaciones agrícolas, se ha llegado a 600.000 agricultores, mientras que las asociadas al sector de energías renovables han proporcionado acceso a energía limpia a 118.870 hogares.
Además, como parte de su compromiso continuo con la mejora de la vida de las personas, han destinado casi 1,4 millones de euros a iniciativas de desarrollo de capacidades, un incremento del 57 % con respecto al año anterior.
El Informe de Impacto 2025 también pone rostro al cambio a través de historias reales que muestran cómo la inversión responsable transforma comunidades. En Indonesia, Eti ha pasado de cultivar hortalizas tradicionales a consolidar un negocio de fresas gracias al apoyo de BMT ItQan, proporcionándole ingresos más estables; mientras que Triendah Daryanti, con el respaldo de la cooperativa Kopsyah BMI, logró ampliar su lavandería y diversificar ingresos para su familia. Hoy cuenta con numerosos clientes y ofrece recogida gratuita de ropa en moto.
En India, Padma y Amarnath han fortalecido su pequeño comercio de arroz y abierto una tienda de comestibles con un préstamo de Vreedhi para comprar existencias. En Uganda, más de 12.000 caficultores, entre ellos Ireen Kabugho, han accedido a mercados certificados y a formación en prácticas sostenibles con el apoyo de Agri Evolve. Además, los préstamos de la organización socia de Oikocredit SHARE Guatemala han ayudado a Prudencia Patzán al crecimiento de su negocio de telas en el que emplea a 25 tejedoras que trabajan desde casa. Su hija Evelyn recibió una beca de SHARE para completar la educación primaria gracias a su buen rendimiento.
“Los datos recogidos en nuestro último Informe de Impacto reflejan nuestro compromiso y firme determinación de contribuir positivamente en un entorno desafiante y dinámico,” comenta Kawien Ziedses, directora de Impacto Sostenible de Oikocredit.
Fortaleciendo capacidades para transformar comunidades en el Sur Global
Más allá de los préstamos y las inversiones de capital, Oikocredit impulsa un completo programa de fortalecimiento de capacidades destinado a mejorar las condiciones de vida en comunidades vulnerables. A través de formación adaptada en gestión social, medioambiental y financiera, la cooperativa acompaña a organizaciones socias de sus tres sectores prioritarios —inclusión financiera, agricultura y energías renovables—, con especial foco en mujeres, jóvenes, pequeños agricultores y poblaciones rurales.
En 2024 se invirtió casi 1,4 millones de euros en fortalecimiento de capacidades, beneficiándose de ello 151 organizaciones socias en 21 países diferentes. Esto supone un salto cuantitativo con respecto al año anterior en el que se destinaron 900.000 euros que beneficiaron a 85 organizaciones en 19 países. Una de estas iniciativas es el proyecto destinado a ayudar a la cooperativa cafetalera de Pichanaki, en Perú, a georreferenciación de sus fincas para cumplir con la normativa europea sobre deforestación y asegurar la sostenibilidad de sus exportaciones. Para ello, se les dotó de herramientas para recopilar, analizar y almacenar datos con precisión y se reforzaron las capacidades de los técnicos para fomentar entre los socios la adopción de buenas prácticas agrícolas, como la agroforestería que combina café con árboles forestales y frutales.
Por otro lado, en Kenia, a través de Mitra Dhuafa (KOMIDA), cooperativa de ahorro y crédito para mujeres indonesias con bajos ingresos, Oikocredit facilitó el acceso a la financiación agrícola asequible y flexible a las mujeres agricultoras, además de formarlas en conocimientos financieros y características de los préstamos.
Descarga el Informe de Impacto 2025 de Oikocredit para acceder a toda la información detallada.
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