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La Bluewave Alliance (BWA) impulsada por ISDIN, que reúne a empresas con propósito, instituciones, emprendedores de la sostenibilidad y comunidad científica, presentó ayer la maqueta definitiva de la primera escultura del proyecto SeaSpore. Una iniciativa que cuenta como partner tecnológico con Ocean Ecostructures y fusiona ciencia, arte y tecnología para crear esporas que contribuyen a recuperar la biodiversidad marina y a concienciar sobre la necesidad de preservar los mares y océanos. La obra original, bautizada con el nombre de SeaSpore Posidonia creada por el artista Lorenzo Quinn, está en proceso de finalización y se sumergirá en el litoral de Barcelona en los próximos meses.
El Port Olímpic acogió la presentación en primicia de la maqueta en el contexto de los Bluewave Days, jornadas de concienciación sobre la protección de mares y océanos que este año celebran su tercera edición. En el acto participó el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, quien subrayó “el compromiso de ISDIN con la preservación del fondo marino” mediante proyectos como SeaSpore, que definió como “una contribución importante, divulgativa, de compromiso social y de impacto”. “Necesitamos que muchas más empresas se comprometan con el medio natural y creen esta conciencia”, remarcó el alcalde.
El CEO de ISDIN, Juan Naya, apuntó al simbolismo de la escultura, que representa un rostro de mujer con una larga cabellera con ondas. Es en esta parte de la obra donde, tras sumergirse en la costa barcelonesa, comenzará a desarrollarse la Posidonia, una planta exclusiva y fundamental para el Mediterráneo. “Siempre creímos que un proyecto como este debía tener su primera inmersión en Barcelona”, subrayó Naya.
El escultor Lorenzo Quinn, embajador de la Bluewave Alliance, explica en qué se inspiró para crear la primera SeaSpore. “A esta obra de arte, que he creado para la Bluewave Alliance, le he querido llamar SeaSpore Posidonia, porque es un símbolo del Mediterráneo y es esencial para mantener la vida marina”.
Devolver la salud y belleza al Mediterráneo
Durante la inauguración de los Bluewave Days de la BWA, cuyo acto central fue el Symposium, el CEO de ISDIN también puso en valor esta alianza que une a “soñadores, empresas comprometidas e instituciones para devolver la salud y belleza al Mediterráneo” a través de actividades, formaciones y proyectos de investigación y divulgación científica. En el marco de este compromiso, destacó la reciente incorporación a la Bluewave Alliance de diez nuevos partners y más de cuarenta colaboradores.
Las jornadas continuaron con un sentido homenaje póstumo a Enrique Ballesteros, referente en ecología marina y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y con la sesión ‘Blue Talks’, que resaltó el valor de la ciencia como aliada para asumir retos actuales, sobre todo medioambientales. Así lo reivindicaron, dando cuenta de sus proyectos, los investigadores Teresa Alcoverro (CEAB-CSIC), Charlie Sarria (Condrik) y Andrea Spinelli (Fundación Oceanogràfic); el responsable científico Suso Peña (Lobelia Earth); el director de la iniciativa Pristine Seas para National Geographic, Enric Sala, y el científico marino Arnau Subías (Gastrobio).
Expertos e investigadores remarcaron el papel de la ciencia en la reversión del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, al tiempo que apuntaron a la importancia de la conservación y la concienciación para cuidar de todas las especies que conviven en nuestro planeta.
El futuro del Mediterráneo y el rol de las alianzas
Las siguientes mesas redondas trataron cuestiones como la evolución del Mediterráneo, el mar más contaminado de todo el mundo. La sesión ‘Preguntas del futuro’, en la que intervinieron perfiles como el del etólogo y divulgador ambiental Alex Avello (Oceavida), que reflexionó sobre la importancia de formar a las nuevas generaciones para su “alfabetización oceánica”. Al debate se sumaron Mireia de Mas (Ocean Ecostructures), Pol Ramos (Odicean) y Amaia Rodríguez (Gravity Wave), quienes coincidieron en la importancia de la implicación de las empresas, apoyando proyectos regenerativos y de concienciación para impulsar su escalabilidad y conseguir que la economía azul sea sostenible.
En el panel de empresas comprometidas, el CEO de ISDIN, Juan Naya, subrayó que las organizaciones tienen “la responsabilidad y la oportunidad de aportar” para ser parte de la solución a problemas del entorno. “Podemos ir un paso más allá a través de la innovación, de planes estratégicos al servicio de grandes problemas que van más allá del negocio”, incidió.
También participaron Juan García, director de Desarrollo de Negocio de Caser; Marta Labata, CEO de BSM, y Jordi Sardina, CEO de Volvo Ditevo, quienes coincidieron en la importancia de incentivar el cambio y minimizar impactos negativos, tanto a nivel interno como externo, a través de alianzas. “Solo las empresas que utilicen el driver sostenibilidad con mirada larga y hagan una apuesta por las alianzas van a conseguir sus objetivos en términos de rentabilidad económica, pero también social y medioambiental”, recalcó Labata.
El Symposium contó además con entrevistas a Manel Gazo, profesor e investigador de la Universitat de Barcelona, quien denunció los efectos de la pesca accesoria (involuntaria, mediante redes) sobre poblaciones protegidas de cetáceos y tiburones; Olivia Mandle, activista medioambiental que reclamó a los gobiernos el cierre de los delfinarios; Michel André, uno de los mayores expertos en bioacústica del mundo, quien apuntó a la importancia de fijar áreas de protección contra la contaminación sonora en la costa, y Ona Carbonell, campeona olímpica y embajadora de la BWA e ISDIN, que destacó la responsabilidad de figuras públicas para concienciar y visibilizar las diferentes problemáticas en torno a mares y océanos.
La jornada cerró con la ponencia inspiradora de Zafer Kizilikaya, reconocido con el premio Goldman Environmental 2023 por su labor de expansión de Áreas Marinas Protegidas por la costa turca. El ingeniero y conservacionista marino detalló su proyecto de recuperación del ecosistema en la costa de Gökova (Turquía), donde en la primera década del siglo XXI había la menor proporción de peces de todo el Mediterráneo. “La conservación activa y efectiva hizo posible no solo aumentar la población de peces, sino también su tamaño, lo que ha ayudado enormemente a las comunidades de pescadores de la zona, entre las que hay muchas mujeres”, remarcó Kizilikaya.
Bluewave Awards: reconocimiento a los héroes del mar
Precisamente, Zafer Kizilkaya fue uno de los galardonados de los Bluewave Awards celebrados tras el Symposium, que reconocieron a referentes globales que contribuyen a la recuperación de la salud y belleza del Mediterráneo, propósito de la alianza. En esta edición, además de Kizilkaya (Mediterranean Protector Award), las otras galardonadas fueron la doctora Marta Estrada y Olivia Mandle.
Marta Estrada recibió el Excellence in Marine Science Award tras más de 50 años de trabajo como oceanógrafa. Estrada es bióloga marina y una de las tres primeras mujeres españolas en pisar la Antártida. Ha desarrollado buena parte de su carrera en el ICM-CSIC, que llegó a dirigir entre los años 1995 y 1997. Es internacionalmente conocida por sus estudios sobre la distribución y dinámica de las comunidades del fitoplancton en los ecosistemas marinos.
Olivia Mandle fue otra de las galardonadas de la noche con el Rising Blue Voice Award, que reconoce a la juventud comprometida con el futuro del planeta. A los 12 años, Mandle inventó la Jelly Cleaner, una herramienta casera y sostenible que permite recoger microplásticos de la superficie marina y que se ha difundido en escuelas y comunidades costeras. Más tarde comenzó a investigar el cautiverio en España, lo que dio origen a una campaña ambiciosa y necesaria: #NoEsPaísParaDelfines, que exige el fin de los delfinarios en España. Mandle es la embajadora más joven del Pacto Europeo por el Clima.
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