Lee un resumen rápido generado por IA
II estudio sobre hábitos de bienestar y desconexión digital de la población
El nuevo II Estudio Milkfulness, elaborado por Leche Celta en colaboración con la Asociación Española de Psicología Sanitaria (AEPSIS), apunta a que nueve de cada diez españoles consideran que comer saludable implica hacerlo con tiempo y sin prisas.
A pesar de ello, el 73% reconoce que el estrés les empuja a optar por lo primero que encuentran en lugar de lo más saludable, lo que confirma el impacto de la prisa en la calidad de la dieta.
«Comer despacio, con atención y en compañía reduce la ansiedad y favorece la estabilidad emocional. El acto de comer conscientemente se convierte en una forma sencilla y poderosa de cuidar nuestra salud mental», señala Fernando Pena, psicólogo y Presidente de AEPSIS.
El desayuno se consolida como uno de los momentos más simbólicos del día. Tres de cada cuatro españoles (75%) buscan un desayuno más tranquilo, aunque la mitad sigue mirando el móvil mientras come. Entre los menores de 34 años, el 65% desayuna con prisa y con el teléfono en la mano.
Nuevos hábitos para reconectar
A pesar de este contexto, los españoles comienzan a adoptar rutinas más pausadas. Ocho de cada diez (81%) afirman haber empezado a cambiar sus hábitos para llevar una vida más calmada. Las actividades más frecuentes son dar paseos por la naturaleza (44%), quedarse en la cama tranquilamente por la mañana (37%) y cocinar relajadamente (25%).
«En un mundo donde las prisas lo invaden todo, es fundamental dedicar nuestro tiempo a las cosas importantes y disfrutar en calma de pequeños momentos como un desayuno tranquilo, un paseo o una conversación sin pantallas», apunta Ainhoa Calvo, Responsable de Comunicación y Marketing de Leche Celta.
Estrés, carga de trabajo e hiperconexión
El estudio muestra también que el estrés forma ya parte del día a día de los españoles. El 86% desearía disponer de más tiempo para conciliar, el 83% busca más calma en su vida y un 71% reconoce sentirse sobrecargado de trabajo. Además, el 78% afirma que echa de menos poder hacer planes relajados en casa, especialmente entre los jóvenes de 18 a 34 años.
Entre los principales factores que dificultan esa desconexión destacan la falta de tiempo y la dependencia digital. El 67% de la población se considera dependiente del teléfono móvil, aunque solo el 39% lo reconoce abiertamente. A pesar de que el 77% asegura sentirse más libre cuando se olvida el móvil en casa, el 84% acaba regresando a buscarlo. Más de la mitad (52%) desayuna con prisa y con el teléfono en la mano, lo que refleja la dificultad para desconectar incluso en los momentos más cotidianos.
«Estamos sobreestimulados, pero emocionalmente desconectados. Buscamos calma, pero no siempre sabemos cómo alcanzarla. No se trata de demonizar la tecnología, sino de usarla de forma consciente y no permitir que nos robe presencia ni descanso mental», explica Fernando Pena.
El experto destaca que «cada notificación o mensaje activa en nuestro cerebro pequeños picos de dopamina que, a largo plazo, generan cansancio emocional y dificultan la concentración. Por eso, subraya, el reto actual no es tener más información, sino aprender a desconectarse a tiempo. Recuperar el silencio, la lectura pausada o una conversación sin pantallas se ha convertido en un acto de autocuidado esencial».
Un reto social y una oportunidad de cambio
El II Estudio Milkfulness también identifica una oportunidad para la sociedad y para las marcas. El 79% de los españoles valora más a aquellas que les ayudan a desconectar y sentirse en calma, y tres de cada cuatro (74%) sienten mayor simpatía hacia las que promueven la desconexión digital y los momentos de pausa.
«Como marca, queremos inspirar bienestar desde lo cotidiano. No se trata solo de vender productos, sino de promover un estilo de vida más consciente y equilibrado», concluye Ainhoa Calvo.
Estudio Milkfulness
El II Estudio Milkfulness realiza una radiografía sobre los hábitos de bienestar y desconexión digital de la población española durante 2025, y su relación con la alimentación consciente y la búsqueda de equilibrio emocional. El estudio profundiza en aspectos como el uso del tiempo, la conciliación, la dependencia tecnológica, los hábitos alimentarios y el impacto psicológico de la falta de calma.
Todos los datos y conclusiones proceden del estudio realizado por Leche Celta, en colaboración con la Asociación Española de Psicología Sanitaria (AEPSIS) y una encuesta cuantitativa realizada por un panel externo a 1.027 personas combinada con entrevistas específicas en las comunidades autónomas de Galicia, Cantabria, Castilla y León, Cataluña y la Comunidad de Madrid.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.

