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En el marco del Día Europeo por las Víctimas del Cambio Climático, conmemorado el pasado martes 15 de julio, la Mancomunitat de l’Horta Sud, junto al Comisionado del Gobierno para la Reconstrucción y los embajadores del Pacto Climático Europeo, homenajearon a las víctimas de la DANA que asoló a la Comunidad Valenciana el pasado año. El evento, que contó con la participación de asociaciones de víctimas, autoridades locales, científicos y representantes de la sociedad civil, puso el foco en la memoria, la justicia y la acción urgente ante la crisis climática.
La jornada inició con un acto institucional a cargo de José F. Cabanes, Presidente de la Mancomunitat, quien recalcó la importancia de la prevención y la colaboración ante una crisis climática que ya está aquí. Además, señaló como una de las más graves consecuencias el impacto emocional y psicológico que han sufrido las personas afectadas por la DANA.
También se contó con la presencia de la Asociación de Víctimas Mortales DANA 29-0, Associació de Víctimes de la DANA 29 d’Octubre de 2024 y la Asociación Damnificados de la Dana Horta Sud Valencia. Estas tres asociaciones afirmaron que “el cambio climático mata” y adviertieron de que se debe de tenerse en cuenta, tanto a nivel político como en las acciones cotidianas, ya que, de lo contrario, se podrá en juego el futuro de un lugar digno para las comunidades.
Mientras que, Juan Medina, Embajador de Pacto Climático Europeo, destacó el valor de la memoria y la solidaridad. “Este acto es un reconocimiento al papel imprescindible de las asociaciones de víctimas de la DANA, que han mantenido viva la reivindicación desde la dignidad y la perseverancia, así como a la solidaridad supramunicipal que surgió durante aquellos días difíciles: desde los ayuntamientos hasta las acciones voluntarias de la ciudadanía, que demostraron que la cooperación y el voluntariado es el mejor antídoto ante la emergencia”.
Además, recalcó que esta jornada “frente al negacionismo y la indiferencia, lanza un mensaje claro: la respuesta al cambio climático debe construirse desde la proximidad, la corresponsabilidad y la acción conjunta. Porque la crisis climática ya no es una amenaza futura, es una realidad presente que solo podemos afrontar si sumamos voces, conocimiento y voluntad política«.
Las consecuencias del cambio climático
En la mesa de debate “Las consecuencias del cambio climático”, moderada por el catedrático de Sociología de la Universitat de València, Antonio Ariño, se contó con la intervención de la catedrática de Geografía por la UV, Ana Camarasa, y su homólogo de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina. Ambos expertos coincidieron en que el cambio climático no es un futurible, si no una constatación.
Camarasa explicó que “los climas mediterráneos son irregulares por su intermitencia de lluvias, por lo que es fundamental tener una mayor percepción de cómo funcionan los espacios de riesgos” y que, para reducir el grado de incertidumbre, es importante desarrollar estrategias que sepan llegar a la ciudadanía para ayudarles a entender lo que está pasando en toda esta zona.
Mientras que, Olcina indicó que “el agua se está calendando a doble ritmo en el área mediterránea, lo que explica el aumento de las noches tropicales, el cambio de los patrones de lluvia y la frecuencia de los temporales y oleajes marinos”. Por esa razón, recomienda adaptarnos, educarnos para hacerle frente y comunicar con la verdad.
Las voces del cambio climático
Durante la jornada, los embajadores del Pacto Climático Europeo subrayaron la gravedad del momento y la necesidad de pasar de las palabras a la acción. José Segarra Murria recordó que “decir que el cambio climático mata ya no es un titular impactante, es una realidad”. Incidió en que “la transformación climática genera fenómenos cada vez más extremos, frecuentes y letales”, y alertó de que solo un 4 % de los planes de adaptación en Europa tienen en cuenta directamente a los grupos vulnerables: “Adaptarse al cambio climático no puede ser solo una cuestión técnica. Es una cuestión de justicia social, de dignidad humana y de responsabilidad política. Porque el clima ya ha cambiado… y ahora necesitamos cambiar nuestra forma de actuar”.
Freyja Pérez Keller puso el acento en las cifras devastadoras de la DANA de 2024 en Valencia —con más de 300.000 personas afectadas, al menos 225 fallecidos y pérdidas económicas de hasta 18.000 millones de euros— y alertó de que “el cambio climático no es un futuro lejano: es una herida abierta”. Pérez reclamó prevención, acción colectiva y decisiones políticas basadas en datos reales: “Si no transformamos los datos en decisiones, seguiremos contabilizando tragedias en lugar de evitarlas. La justicia climática no es un concepto: es una urgencia que camina entre nosotros”.
Por su parte, Julio Huerta, quién además de embajador es director de la Fundación Horta Sud, indicó que para la reconstrucción se necesita coordinación política a todos los niveles, así como un procedimiento extraordinario administrativo. “Afrontamos esta construcción con un déficit de infraestructura en el litoral mediterráneo, por lo que las ayudas y la burocracia se deben simplificar”.
Mientras que, Carmen Marqués Ruiz recordó la vulnerabilidad de la zona mediterránea y de la de Valencia ante la crisis climático. “El cambio climático es una realidad que ya nos está afectando aquí y ahora: con la DANA, con las olas de calor, con los incendios forestales, etc. Necesitamos medidas valientes de reducción de emisiones y adaptación, actuando con visión y en beneficio de todos. Si no lo hacemos ahora, la ventana de oportunidad se irá cerrando. Nuestro futuro está en juego”, finalizó.
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