“La Sostenibilidad ya no es una aspiración ética, es una exigencia estructural que condicionará la viabilidad de las empresas”. Con esta claridad y visión estratégica se expresa Nuria Cardoso, Directora de Comunicación de ASEDAS (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados), en esta entrevista especial con motivo del 20º Aniversario de Corresponsables. Desde su mirada profesional y comprometida, repasa la evolución de la Responsabilidad Social Empresarial en España, los desafíos actuales del tejido empresarial y el papel clave de las nuevas generaciones en la consolidación del legado sostenible.
“La RSE empezó vinculada a iniciativas culturales o sociales, pero hoy se ha integrado en el núcleo del negocio”, recuerda. Según Cardoso, uno de los grandes hitos de estas dos décadas ha sido que la RSE haya pasado a formar parte de la estrategia empresarial, gracias en parte a la presión del consumidor y al nuevo enfoque regulatorio europeo: “El reto es lograr que el avance normativo se dé desde el consenso, sin comprometer la competitividad”.
En ese camino, Corresponsables ha sido un actor esencial. “Conocí a Corresponsables buscando publicaciones de referencia. Desde entonces ha sido un canal riguroso, útil y comprometido, que ha contribuido a visibilizar buenas prácticas y generar comunidad”, destaca. También subraya la importancia de sus eventos y espacios de diálogo como puntos de encuentro imprescindibles entre empresa, administración y sociedad civil.
Para Cardoso, el futuro de la Sostenibilidad pasa por garantizar marcos claros, flexibles y viables, pero también por escuchar activamente a todas las partes implicadas. “Las nuevas generaciones están muy concienciadas, pero necesitan una base sólida desde la que avanzar. Y esa base se construye con coherencia, escucha y visión a largo plazo”.
Nuria, ¿cómo recuerdas los primeros pasos de la Responsabilidad Social Empresarial en el tejido empresarial español, y en qué medida ha evolucionado desde entonces hasta convertirse en lo que es hoy la Sostenibilidad?
La Responsabilidad Social Empresarial, o RSE, empezó a hacerse un hueco en la empresa española hace ya más de dos décadas, cuando surgió una toma de conciencia sobre la necesidad de que las organizaciones contribuyeran al desarrollo social más allá de su aportación directa en forma de empleo o impuestos. Ámbitos como la cultura, la educación o la ayuda social empezaron a considerarse espacios legítimos de acción empresarial desde una visión más amplia y comprometida con el entorno.
Las empresas necesitan claridad en los sistemas de medición, flexibilidad y tiempo para adaptarse, así como un enfoque que contemple la competitividad
Con el tiempo, especialmente gracias a la creciente internacionalización del tejido empresarial español, y bajo la influencia de otros países como Estados Unidos, la RSE fue adquiriendo un carácter más estratégico, vinculado a la Responsabilidad Corporativa, la diligencia debida y otros marcos de cumplimiento global. Más recientemente, el enfoque se ha ampliado con fuerza hacia los tres ejes de la Sostenibilidad: medioambiental, social y económico, dando lugar a una visión más integral que está afectando incluso a la estructura interna de las compañías.
La inminente legislación europea en materia de reporte no financiero y diligencia debida va a suponer un nuevo impulso decisivo para este ámbito. Pero para que dicho impulso sea realmente eficiente, las empresas necesitan claridad en los sistemas de medición, flexibilidad y tiempo para adaptarse, así como un enfoque que contemple la competitividad como elemento indispensable en esta transición.
En este contexto, ¿cómo conoció entonces a Corresponsables y qué papel destacarías que ha desempeñado en estos años en el impulso de la RSE y la Sostenibilidad?
Conocí a Corresponsables hace ya tiempo, mientras buscaba publicaciones de referencia en el ámbito de la Responsabilidad Social. Me llamó la atención su capacidad para ofrecer contenidos especializados, rigurosos y muy útiles para quienes trabajamos en este ámbito desde el mundo empresarial.
Además de su labor editorial, valoro especialmente su apuesta por el encuentro y el diálogo a través de eventos y jornadas profesionales. Este tipo de iniciativas son fundamentales como espacios de intercambio de experiencias, visibilización de buenas prácticas y canalización de información sobre las nuevas demandas sociales y normativas. Corresponsables ha contribuido a construir comunidad, generar conciencia y consolidar un ecosistema que hoy es más sólido y articulado gracias, en parte, a su labor.
El hito más importante ha sido, sin duda, la consolidación de la Responsabilidad Social como un valor estratégico dentro de las organizaciones
Desde tu experiencia, ¿cuáles dirías que han sido los grandes hitos en la evolución de la RSE y qué factores crees que han propiciado estos avances?
El hito más importante ha sido, sin duda, la consolidación de la Responsabilidad Social como un valor estratégico dentro de las organizaciones, un cambio que parte directamente de la alta dirección. La RSE ha dejado de ser una acción periférica para ocupar un lugar en el centro de las decisiones empresariales.
Entre los factores que han impulsado esta transformación, destacaría sobre todo el cambio en las expectativas sociales. La demanda del consumidor ha sido determinante: hoy se valora que las empresas tengan un compromiso tangible con la sociedad y el entorno. Esa conciencia creciente ha hecho que la RSE se perciba también como un factor competitivo, que no solo mejora la reputación, sino que contribuye a la sostenibilidad a largo plazo de los propios modelos de negocio.
A lo largo de tu trayectoria vinculada a la Sostenibilidad, ¿qué aprendizajes personales y profesionales destacarías como más significativos?
Uno de los aprendizajes clave ha sido la importancia de escuchar a la sociedad en su conjunto: consumidores, clientes, proveedores, ciudadanía. Solo desde esa escucha activa podemos construir estrategias que respondan de forma auténtica a las demandas sociales y generen confianza.
Pero también he comprendido la relevancia de que las empresas sean escuchadas, especialmente cuando se desarrollan nuevas normativas en materia de Sostenibilidad o diligencia debida. Es fundamental que exista un canal de diálogo fluido con el legislador, para que los avances en este ámbito no supongan una carga que ponga en riesgo la competitividad. Solo así podremos avanzar en una RSE robusta, viable y compartida por todos los actores implicados.
El gran reto está en la adaptación al volumen de legislación europea que se está preparando
Mirando hacia adelante, ¿qué futuro anticipas para la RSE y la Sostenibilidad en el tejido empresarial? ¿Qué condiciones crees que deben darse para que ese futuro sea posible?
La Responsabilidad Social y la Sostenibilidad están llamadas a ocupar un lugar cada vez más central en el corazón del negocio. Ya no se trata solo de una aspiración ética, sino de una exigencia estructural que condicionará el posicionamiento y la viabilidad de las empresas a medio y largo plazo.
El gran reto está en la adaptación al volumen de legislación europea que se está preparando. Para que esta evolución represente realmente una oportunidad, será esencial que los avances se produzcan desde el diálogo y el consenso. La colaboración entre legisladores, empresas y consumidores debe garantizar un marco de sostenibilidad realista, progresivo y compatible con la competitividad empresarial.
Y para terminar, Nuria, ¿cómo ves el papel de las nuevas generaciones en la consolidación de este legado de triple Sostenibilidad?
Las nuevas generaciones llegan con una conciencia clara sobre la importancia de que la empresa participe activamente en el desarrollo social, medioambiental y económico. Su sensibilidad hacia los grandes desafíos globales es una oportunidad enorme para acelerar la transición hacia modelos responsables.
Lo fundamental ahora es sentar bases sólidas que les permitan avanzar con determinación. Ya sea desde dentro de las organizaciones o desde su papel como consumidores, deberán continuar este camino sin perder de vista el equilibrio de las tres dimensiones de la Sostenibilidad: la ambiental, la social y la económica. Ese legado solo se sostendrá si logramos que todos los actores, pasados, presentes y futuros, sumen con coherencia y visión de largo plazo.
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