“Uno de los momentos más importantes de mi vida fue la campaña ‘Navidad es Jesús’, donde llevábamos regalos a los niños más pobres”. Así recuerda Juan Mauricio Giraldo sus inicios hace más de dos décadas como voluntario en comunidades vulnerables. Aquella vivencia marcó el inicio de un camino que conectaría con su quehacer profesional: promover dentro de las empresas un enfoque social comprometido con reducir brechas.
Desde entonces, ha sido testigo de una evolución que define con claridad: “Se ha pasado de la filantropía a la RSE, luego a la inversión social, al valor social y, finalmente, a la Sostenibilidad”. Sin embargo, también advierte con firmeza: “Las empresas deben aprender a diferenciar claramente qué es y qué no es RSE, y eso es a ratos confuso”.
Entre sus aprendizajes más importantes destaca la necesidad de no confundir la RSE con las obligaciones legales: “Las normas de compensación ambiental y social no son RSE, son exigencias legales”. Y pone el foco en uno de los retos más urgentes: cómo lograr que las empresas comprendan que la Responsabilidad Social no debe estar supeditada al core del negocio, sino orientada al impacto real.
En este recorrido ha encontrado en Corresponsables un referente: “Ha sido muy fuerte visibilizando buenas prácticas. Eso da muchas ideas a quienes trabajamos en este ámbito”.
Con motivo del 20º aniversario de Corresponsables, comparte su visión del futuro, subrayando la necesidad de conversaciones incómodas, el papel de la tecnología y el protagonismo de las poblaciones históricamente invisibilizadas.
¿Cómo diste tus primeros pasos en la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad?
Empecé hace 20 años como voluntario en comunidades vulnerables, y con el tiempo fui conectando esa experiencia con mi labor profesional, promoviendo el enfoque social dentro de las empresas.
¿Hay alguna vivencia de aquellos inicios que haya marcado tu trayectoria?
Uno de los momentos más importantes de mi vida fue la campaña Navidad es Jesús, en la organización Solidaridad en Marcha. Nos articulamos a una apuesta emocional muy potente: llevar regalos de Navidad a los niños más pobres. Fue una experiencia transformadora.
¿Cómo ha evolucionado el enfoque empresarial hacia la RSE desde entonces?
En sus inicios, era un ejercicio puramente filantrópico. Hoy se ha avanzado hacia una visión de más largo plazo. Sin embargo, considero que las empresas no deben dejar de apoyar proyectos sociales o fundaciones, incluso si crean sus propias fundaciones corporativas.
Las normas de compensación ambiental y social no son RSE, son exigencias legales
¿Cuándo conociste a Corresponsables?
Los conocí por sus revistas físicas. Me parecen muy buenas.
¿Qué papel crees que ha tenido Corresponsables en estas dos décadas?
Ha sido muy fuerte su labor de visibilización de buenas prácticas de RSE. Eso inspira y da muchas ideas a quienes trabajamos en este ámbito, especialmente para desarrollar capacidades y programas con impacto social y ambiental.
¿Qué transformaciones importantes destacarías en este camino?
Muchísimas, pero principalmente la migración hacia el impacto. Hemos notado esa evolución desde la filantropía hacia la RSE, luego a la inversión social, al valor social y, finalmente, a la sostenibilidad.
¿Qué aprendizajes clave te ha dejado tu trayectoria?
El mayor aprendizaje es que no se debe confundir la RSE con las obligaciones legales en materia social o ambiental, ni con las exigencias en zonas de influencia. A veces incluso se confunde con el negocio mismo o el core, y eso es muy negativo. Las empresas deben aprender a diferenciar claramente qué es y qué no es RSE.
¿Qué desafíos encontraste en los primeros años?
Uno de los principales fue que las empresas aceptaran su deseo de ayudar en un mundo con tantas brechas. Hoy se ha avanzado bastante en eso. Sin embargo, aún falta superar la confusión entre lo obligatorio y lo voluntario, que persiste en muchas compañías.
Se ha avanzado en que la empresa acepte su deseo de ayudar en un mundo con tantas brechas
¿A quiénes consideras referentes en este ámbito?
El CEMEFI, la revista Corresponsables y Fenalco Solidario han sido referentes valiosos en este camino.
¿Puedes compartir un caso de éxito que te parezca representativo?
Un caso muy claro es el de Fundación Corona y Corona, que han centrado sus esfuerzos en un área que no está directamente conectada con su core de negocio, generando un gran impacto en el país. También Fundación Éxito ha hecho un trabajo muy interesante en nutrición, aunque su actividad está más vinculada con su negocio.
¿Alguna lección que consideres importante destacar?
La más importante: no confundir RSE con obligación. Las normas de compensación ambiental y social no son RSE, son exigencias legales. Además, muchas empresas siguen creyendo que la RSE debe responder únicamente al core del negocio, lo que limita su verdadero potencial de impacto.
¿Qué retos y oportunidades ves para el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
Uno de los grandes retos es la sostenibilidad económica: cómo reducir las brechas de desigualdad y pobreza, y cómo generar riqueza para todos los stakeholders. También hay que evitar confundir sostenibilidad económica con simple utilidad financiera. Otros retos clave son la felicidad en las empresas, el tratamiento de los temas ambientales desde una perspectiva no obligatoria, y la justicia social, especialmente por las enormes brechas en derechos humanos.
Hay que trabajar en temas más profundos y tener conversaciones incómodas en un mundo profundamente desigual
¿Qué rol deberían asumir las nuevas generaciones?
Hay que trabajar en temas más profundos y tener conversaciones incómodas en un mundo profundamente desigual. También es necesario pensar cómo desarrollar la RSE desde lo tecnológico. Hoy más que nunca tenemos que construir un mundo menos desigual, más respetuoso con los recursos naturales y más comprometido con las poblaciones históricamente invisibilizadas: personas con discapacidad, comunidad LGTBIQ+, pueblos originarios, afrocolombianos y mujeres. No solo con proyectos sociales, sino también participando en las empresas y en la toma de decisiones.
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