A medida que la adopción de la IA se acelera en todos los sectores —con Gartner pronosticando una inversión global en IA generativa de 644.000 millones de dólares en 2025— la innovación responsable y la propia adopción de la IA se vuelven cada vez más esenciales. En línea con esto, el 97 % de las organizaciones reconoce su responsabilidad a la hora de gestionar los datos de forma ética al implementar IA generativa, según Cisco. Además, el 47 % manifiesta preocupaciones sobre la privacidad y seguridad de los datos durante la integración de la IA, según informa LexisNexis. En este contexto de oportunidades, pero también de incertidumbre, el creciente marco regulatorio —especialmente en Europa— ha convertido la confianza en un activo clave para el éxito en la adopción de la IA. En conjunto, todos estos factores subrayan la creciente importancia de la transparencia y la responsabilidad mientras las empresas navegan el cambiante panorama de la IA.
Zoho ha estado labrándose esa confianza durante décadas, al rechazar el modelo de negocio basado en publicidad y al diseñar productos que protegen los datos de los clientes desde su concepción, y esa postura es la que ahora guía su hoja de ruta en materia de IA. Su enfoque ha partido de la privacidad y la propiedad de los datos. Sus modelos contextuales, asistenciales y agénticos no se han entrenado con datos de los usuarios ni han retenido información del cliente. De forma crucial, la empresa ha operado sin ingresos publicitarios, lo que ha eliminado cualquier incentivo para monetizar datos de clientes y ha reforzado así la privacidad y la confianza.
Recientemente, la empresa ha anunciado Zia LLM, una familia de tres modelos de IA (≈1.300M, 2.600M y 7.000M de parámetros) que han sido desarrollados internamente por sus equipos para un uso empresarial, aprovechando la plataforma de computación acelerada por IA de NVIDIA y optimizados para casos de uso en productos de Zoho: extracción de datos, resumen de información, generación de código o RAG, entre otros más casos. Esta gama permitirá a las organizaciones adaptar el tamaño del modelo al contexto y los recursos disponibles, en lugar de tener que forzar sus operaciones a un modelo único para todo. Zoho también ha presentado un sistema de reconocimiento automático del habla propio que ha superado en hasta un 75 % los resultados de modelos comparables, al tiempo que ha consumido menos recursos computacionales.
Y dado que Zia LLM ha permitido que los clientes conserven su información en los propios servidores de Zoho, las organizaciones han podido acceder a IA avanzada sin necesidad de enviar datos sensibles a proveedores externos en la nube. Este despliegue ha comenzado en los centros de datos de Zoho en Estados Unidos, India y Europa.
Tras esto, los siguientes pasos de la compañía en inteligencia artificial evolucionarán en tres dimensiones: escala, capacidad y despliegue responsable. De aquí a finales de 2025, la empresa aumentará el tamaño de los modelos de Zia LLM, ampliará el soporte lingüístico del sistema de voz a texto —empezando por idiomas ampliamente hablados en Europa e India— e introducirá un modelo de lenguaje orientado al razonamiento (RLM). A lo largo de esta evolución, Zoho se mantendrá firme en su compromiso con una IA basada en la privacidad del cliente y el valor a largo plazo. Sus modelos no se han entrenado con datos de consumo ni están diseñados para retener información del cliente. La compañía se ha centrado en ofrecer IA que impulse la productividad sin comprometer la confianza, dimensionando adecuadamente los modelos según las necesidades reales del negocio y evitando costes innecesarios en infraestructura.
Y es que la IA debe adaptarse al funcionamiento de cada empresa, y no al revés. Por eso, Zoho ha puesto a disposición decenas de agentes Zia preconfigurados, mapeados a roles organizativos reales como desarrollo comercial, atención al cliente, gestión de cuentas, entre otros, que se han podido desplegar en cuestión de minutos dentro de aplicaciones individuales de Zoho o en toda la suite. Con Zia Agent Studio, un entorno de creación basado en prompts y con opciones low-code, los clientes han accedido a más de 700 acciones predefinidas, han podido convertir a los agentes en “empleados digitales” y han aplicado estructuras de permisos existentes para garantizar gobernanza, trazabilidad y control del rendimiento. De esta manera, la IA se ha integrado como una parte fiable del día a día, ampliando las capacidades de los equipos y permitiendo a las personas centrarse en tareas de mayor impacto.
Al desarrollar toda su IA de forma interna, esto permite a sus clientes acceder a herramientas punteras sin comprometer la privacidad de los datos ni la flexibilidad organizativa —democratizando así el acceso en todo el mundo—. A diferencia de los proveedores SaaS que han dependido de modelos externos, cuya señal de producto puede acabar alimentando a competidores potenciales (un riesgo que ha recaído en última instancia en el cliente), Zoho, al ser propietaria de sus modelos, ha ofrecido potencia, eficiencia de costes y tranquilidad. Esa tranquilidad es la razón por la que más de 100 millones de usuarios, repartidos entre cientos de miles de empresas, ya han confiado en Zoho. A la hora de elegir proveedores, las organizaciones deberían considerar aquellos cuyos valores estén alineados con la protección de los datos de los clientes y que prioricen la privacidad por encima de la monetización.
Zoho considera que la IA empresarial debe evolucionar para ser agéntica, interoperable, contextual y responsable. Desde su perspectiva, la privacidad no es una concesión en la IA responsable; es su motor principal.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Por una IA responsable, justa y equitativa