El cambio climático es una realidad ineludible que está transformando profundamente nuestro entorno natural y nuestras formas de vida. Sus impactos se hacen cada vez más visibles en la disponibilidad de agua, la calidad del suelo, la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas, todos ellos elementos esenciales para la producción de alimentos. El sector agroalimentario, por su estrecha relación con los recursos naturales, se encuentra en una posición especialmente sensible: depende de ellos para operar, pero también influye directamente en su conservación o deterioro. Esta doble relación nos exige asumir un papel activo en la lucha contra el cambio climático, abordando tanto su mitigación como su adaptación.
La producción de alimentos, desde el cultivo hasta la distribución, genera una parte sustancial de las emisiones de gases de efecto invernadero. A nivel mundial, el sector agrícola representa cerca del 11% de las emisiones totales, y si sumamos las actividades industriales y logísticas asociadas, el impacto es aún mayor. Esta realidad nos obliga a repensar nuestros modelos de producción y consumo, y a impulsar una transformación profunda que garantice la sostenibilidad del sistema alimentario global.
En Ebro Foods, como grupo internacional con presencia en más de 70 países, somos plenamente conscientes de que nuestras decisiones tienen un impacto global. Por eso, trabajamos para integrar la sostenibilidad en el corazón de nuestra estrategia empresarial, contribuyendo desde nuestras operaciones locales a los grandes objetivos internacionales en materia climática. Nuestro Plan Global de Sostenibilidad RUMBO A 2030 articula esta visión a través de tres pilares: cuidar de las personas, cuidar del planeta y cuidar de la alimentación.
Uno de los ejes centrales de nuestra acción climática es la descarbonización. Aunque desde hace años venimos desarrollando palancas para reducir las emisiones en nuestras operaciones, hemos formalizado recientemente nuestra adhesión a la iniciativa Science Based Targets (SBTi) como refuerzo de este compromiso. Esta decisión marca un paso firme hacia la definición de objetivos de reducción alineados con el Acuerdo de París, y nos permite avanzar con mayor ambición y coherencia en la planificación de nuestras estrategias de mitigación.
En paralelo, trabajamos para optimizar el uso de recursos naturales en nuestros procesos productivos. Aunque nuestras actividades industriales —centradas en el arroz y la pasta— son de bajo impacto ambiental por su carácter mecánico e hidrotérmico, hemos trazado objetivos claros para 2030: alcanzar el 100% de envases reciclables o reutilizables, reducir al menos un 20% las emisiones logísticas, avanzar hacia el residuo cero a vertedero y aumentar progresivamente el uso de energías renovables.
La sostenibilidad de la cadena de suministro es otro eje clave. Aunque Ebro no cultiva directamente, colaboramos estrechamente con agricultores, molinos, cooperativas y otros actores del sector primario. En solitario o en alianza con otras empresas, ONGs y organismos públicos, impulsamos programas de agricultura sostenible en nuestras principales zonas de aprovisionamiento. Estos programas se alinean con estándares internacionales como los de la Sustainable Rice Platform (SRP) y la SAI Platform, y tienen como objetivo mejorar la productividad y los ingresos de los agricultores, proteger los ecosistemas y garantizar la seguridad alimentaria.
Además, promovemos la innovación como motor de cambio. Invertimos en tecnologías menos intensivas en carbono, fomentamos el ecodiseño y trabajamos para reducir el desperdicio alimentario en toda la cadena de valor. También impulsamos la sensibilización y formación de nuestros empleados, proveedores y clientes sobre los impactos del cambio climático y las soluciones disponibles.
Sabemos que la transformación hacia un modelo más sostenible no puede hacerse en solitario. Por eso apostamos por las alianzas como palanca estratégica. Colaboramos con entidades, fundaciones y otros actores del ecosistema para generar conocimiento, compartir buenas prácticas y avanzar juntos hacia soluciones sistémicas que respondan a los retos del cambio climático.
La lucha contra el cambio climático exige corresponsabilidad. Las empresas tenemos un papel esencial, no solo como agentes económicos, sino como actores sociales comprometidos con el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Pero no estamos solas en este reto: los gobiernos, las organizaciones internacionales, la comunidad científica, la sociedad civil y los consumidores también tienen un rol fundamental que desempeñar. Solo a través de una acción conjunta, coherente y sostenida podremos avanzar hacia un sistema alimentario más resiliente. En Ebro Foods, asumimos ese compromiso con convicción, sabiendo que cada paso que damos en favor del planeta es también un paso hacia un modelo de alimentación más responsable.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional Contra el Cambio Climático

