Colombia busca acelerar su transición energética con un plan de choque de ocho medidas urgentes, impulsado por SER y el Gobierno Nacional, que apunta a destrabar proyectos de renovables y garantizar la entrada en operación de nuevas fuentes limpias; entre los avances destacan la licencia ambiental simplificada para parques solares, la coexistencia con hidrocarburos y minería, la liberación de capacidad con procesos exprés de conexión y la autogeneración remota, mientras que en la agenda próxima figuran la subasta de contratos de largo plazo, la revisión del Cargo por Confiabilidad, ajustes para plantas menores y reglas claras para el almacenamiento con baterías; sin embargo, persiste un gran reto: el 87 % de los 132 proyectos en desarrollo para 2026-2029 aún no cierra su financiación, lo que podría agravar el déficit energético previsto para 2027; según Alexandra Hernández, presidenta de SER Colombia, el país cuenta con tecnología, inversión y talento humano para triplicar su capacidad instalada, pero necesita decisiones estratégicas y estabilidad regulatoria; en este contexto, el gremio llama a “ponerse la camiseta renovable” y asumir la transición como un proyecto de nación, que no solo reduce la dependencia de fósiles y fortalece la resiliencia del sistema, sino que también impulsa el empleo, la inversión territorial y la competitividad económica.
Empresa impulsa el futuro verde desde Funza con el objetivo de mostrar sus avances
Schneider Electric reafirma su liderazgo en sostenibilidad con la Planta ETO Funza, la primera en Sudamérica en obtener la certificación Net Zero CO₂ en operaciones directas, un logro alcanzado tras más de una década de trabajo en descarbonización, gestión de residuos y transición energética; actualmente funciona con 100 % de energía renovable y recicla o reutiliza más del 95 % de sus residuos, consolidándose como referente industrial; durante una visita guiada, la compañía mostró cómo integra digitalización, economía circular y eficiencia energética en la fabricación de tableros eléctricos y soluciones críticas para industrias, edificios inteligentes y centros de datos, un sector en plena expansión que en Colombia superará los 200 MW de capacidad instalada en 2028 y que en Chile avanza con su Plan Nacional de Data Centers; en este contexto, la empresa impulsa tecnologías como UPS de alta eficiencia, refrigeración líquida, gemelos digitales (ETAP–NVIDIA) y plataformas como EcoStruxure IT, que permiten anticipar fallas y reducir hasta en un 30 % el consumo energético; con estas innovaciones, Funza se proyecta como un hub regional de producción, sostenibilidad e innovación, demostrando que la transición digital y el crecimiento de la infraestructura energética en Sudamérica pueden avanzar de la mano con la responsabilidad ambiental.
Ante el alto costo de energía en el Caribe, nacen alternativas para que las empresas puedan reducir costos
El alto costo de la energía en el Caribe colombiano está golpeando la competitividad empresarial, pero surge una alternativa clave: la libre elección del comercializador, que permitiría a compañías en ciudades como Cartagena reducir sus facturas hasta en 10,41 % frente a las tarifas tradicionales; este ahorro se logra al optimizar los componentes de Generación y Comercialización (G+C), que representan el 60 % de la factura, y cuya negociación ofrece no solo precios más competitivos, sino también servicios de valor agregado como monitoreo digital en tiempo real, algoritmos de eficiencia energética y acceso a certificados de energía renovable, facilitando una gestión más sostenible del consumo; empresas como Bia Energy ya lideran este modelo en Bolívar, Córdoba, Sucre y Cesar, demostrando que cambiar de comercializador puede convertirse en una decisión estratégica para fortalecer márgenes de rentabilidad, modernizar procesos y avanzar en la transición energética, al tiempo que mejora la reputación ambiental de las compañías en cadenas de valor globales que exigen reducción de la huella de carbono; así, la región Caribe enfrenta un punto de inflexión, donde las empresas están llamadas a pasar de ser simples consumidoras a gestoras activas de su energía, combinando ahorro, sostenibilidad y competitividad.
Cumbre amazónica defiende el bosque, pero deja intacto al petróleo
La quinta cumbre de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (Otca), celebrada en Bogotá con la presencia de mandatarios y autoridades de los ocho países amazónicos, concluyó con una declaración a favor del bosque, el clima y los pueblos indígenas, pero sin comprometerse a abandonar la explotación petrolera, pese a las demandas de más de 50 organizaciones ambientalistas y de comunidades originarias; el documento reafirma el compromiso de avanzar hacia una “transición energética justa, ordenada y equitativa”, aunque sin plazos ni metas claras, y apunta a la COP30 en Belém (Brasil) como escenario clave para fortalecer la agenda climática; entre los acuerdos destacan la creación del Mecanismo Amazónico de los Pueblos Indígenas (Mapi), el apoyo al Fondo Bosques Tropicales para Siempre, la promoción de una economía sostenible, y la lucha contra delitos ambientales como la minería ilegal y el tráfico de fauna y flora; mientras líderes como Lula da Silva pidieron que las naciones industrializadas financien la conservación del bosque, y Gustavo Petro planteó incluso la defensa armada de la Amazonia y un tribunal ambiental, la falta de un compromiso sobre hidrocarburos llevó a críticas de activistas como Alex Rafalowicz y Diana Chávez, quienes señalaron que la declaración final ignora al petróleo y al gas, principales amenazas para la selva y los derechos indígenas; la próxima cumbre de la Otca se celebrará en 2027 en Ecuador.