La Feria Belleza y Salud 2025, que se celebrará del 14 al 17 de agosto en Corferias (Bogotá), tendrá como protagonistas a la cosmética vegana y natural, un segmento que gana fuerza en Colombia gracias a consumidores más informados y comprometidos con la sostenibilidad y la ética. Según Statista, los colombianos destinan en promedio más de un millón de pesos al año en productos de belleza e higiene, y cerca del 10 % de este gasto ya corresponde a cosmética vegana y natural, mientras que en América Latina el sector proyecta un crecimiento anual del 6,4 % hasta alcanzar los 2.271 millones de dólares en 2032. En la feria participarán marcas como Kahai, pionera en la industrialización del cacay y exportadora a 26 países; Olé, con un portafolio capilar libre de sal, alcohol y siliconas; y 6:21 HairCare, que combina ingredientes naturales y tecnología en su línea vegana. Además, el evento impulsará estándares de futuro como envases biodegradables, certificaciones cruelty-free y desarrollos locales, consolidándose como una vitrina clave para fortalecer la innovación, promover el consumo responsable y responder a la demanda de una belleza más ética y consciente.
Essity y Fundación Grupo Familia lideraron voluntariado interempresarial que benefició a más de 100 recicladores
Essity y la Fundación Grupo Familia lideraron en Caldas, Antioquia, una jornada de voluntariado interempresarial que benefició a más de 100 recicladores de la organización Coprofercol, con la participación de más de 70 voluntarios de Essity, Corbeta–AKT Motos y Estra. La iniciativa, parte del Programa de Voluntariado Corporativo de Essity, incluyó un rally de higiene y salud con actividades pedagógicas sobre lavado de manos, cuidado de heridas, menstruación, incontinencia y hábitos de higiene, además de cortes de cabello, un ropero comunitario y entrega de productos. Los voluntarios también vivieron la experiencia de ser recicladores por un día, participando en la separación de materiales y reparación de carretas. Según Luz Elena Aristizábal, directora de la Fundación Grupo Familia, el encuentro mostró el poder de la colaboración empresarial para transformar realidades y dignificar la labor de los recicladores. Esta actividad forma parte de la estrategia “Orgullo de Ser” de Essity, que busca empoderar a colaboradores y llevar bienestar a comunidades vulnerables. En América Latina, el programa ya cuenta con más de 1.000 voluntarios y ha beneficiado a 17.000 personas, consolidándose como un modelo de impacto social que fortalece tanto a las comunidades como al tejido empresarial.
Los motivos del sector financiero para avanzar en la financiación de la naturaleza
El Foro de Sostenibilidad “La naturaleza como un activo”, organizado por Corficolombiana, puso en el centro del debate la urgencia de integrar la biodiversidad en las estrategias de inversión y financiamiento, en un contexto donde la brecha global para la protección de la naturaleza supera los 800.000 millones de dólares anuales. Milena López, presidenta de Corficolombiana, destacó que el sistema financiero debe dejar de ver la naturaleza solo como un riesgo y empezar a reconocerla como un activo estratégico y rentable, lo que implica diseñar instrumentos financieros para proyectos de conservación, restauración e incentivos a servicios ecosistémicos. En el encuentro se presentaron experiencias empresariales que evidencian el liderazgo de Colombia en este campo: el país pasó de 7 a 328 proyectos de carbono en menos de una década, impulsados por el impuesto al carbono; Promigas expuso el Proyecto Corozo para proteger bosques secos tropicales en el Caribe con una meta de generar 4 millones de toneladas de créditos de carbono, y la CAF reafirmó su papel como “banco verde y azul” con inversiones en biodiversidad, clima y océanos. Además, el Banco de Bogotá reveló que más del 20% de su cartera está vinculada a riesgos naturales, especialmente hídricos. El foro concluyó que solo con la articulación entre sector privado, gobiernos y multilaterales será posible cerrar la brecha de financiamiento ambiental y cumplir las metas de biodiversidad y clima antes de 2030, con Colombia consolidándose como referente regional en mercados de capital natural y soluciones basadas en la naturaleza.
Celsia se expande internacionalmente y crea compañía da soluciones en eficiencia energética
Celsia, filial de energía de Grupo Argos, anunció en su más reciente llamada de resultados la creación de una nueva compañía enfocada en soluciones de eficiencia energética, como parte de su estrategia EnergizarC, cuyo propósito es fortalecer el valor de la organización en el mercado. El plan contempla cinco pilares: reducción de deuda, optimización de costos, escalamiento de intraemprendimientos, atracción de capital e impulso a la recompra de acciones. Dentro del tercer pilar nace esta nueva empresa, que integrará la experiencia acumulada por Celsia en más de ocho años en proyectos de transición energética y que contará con un portafolio de soluciones B2B para grandes consumidores de energía, incluyendo techos y granjas solares de pequeña escala, iluminación eficiente, aire comprimido, sistemas de bombeo, distritos térmicos y monitoreo. La compañía iniciará operaciones con activos valorados en $648.000 millones, que en 2024 generaron ingresos por más de $150.000 millones, y seguirá un modelo de fondo de capital privado para impulsar inversiones estimadas en US$500 millones en los próximos 5 a 7 años. Su presencia inicial estará en Colombia, Panamá y Honduras, con planes de expansión hacia Perú, y se enfocará en ayudar a clientes industriales a descarbonizar sus operaciones y reducir su huella de carbono, consolidando a Celsia como un actor clave en el mercado regional de la transición energética.
El rol de los minerales colombianos en la transición energética
Colombia, con el 97 % de su territorio aún inexplorado geológicamente, se encuentra ante una oportunidad histórica en el marco de la transición energética global, que depende de minerales estratégicos como el cobre, níquel, litio, cobalto y tierras raras para la fabricación de turbinas eólicas, paneles solares, baterías y vehículos eléctricos. Según la Agencia Internacional de Energía, la demanda de estos minerales crecerá entre un 40 % y un 90 % en las próximas dos décadas, lo que posiciona al país como un potencial proveedor clave para una economía baja en carbono. Sin embargo, este potencial enfrenta obstáculos: un entorno normativo incierto, demoras en permisos, falta de seguridad jurídica y reformas tributarias que desincentivan la inversión, a diferencia de países como Australia, Canadá o Noruega, que ya han adoptado políticas favorables para atraer capital al sector. La minería legal y responsable, además de generar más del 20 % de las exportaciones nacionales y miles de empleos, también puede ser un aliado contra la extracción ilícita que degrada ríos, bosques y comunidades, y que hoy es una de las principales causas de deforestación y emisiones de gases de efecto invernadero en Colombia. El reto, plantean voces del sector, no es escoger entre agricultura, turismo o minería, sino lograr una transición justa y equilibrada en la que todos los sectores convivan. La pregunta central es si el país tendrá la voluntad política y las reglas claras para aprovechar sus minerales y no perder la oportunidad de convertirse en actor clave del futuro energético global.