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Con más de dos décadas de trayectoria impulsando la inclusión laboral de personas con discapacidad, Rosa Cuartero, CEO de disJob, ha sido testigo directa de la evolución de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad en el tejido empresarial español. Su experiencia nace desde la vocación personal: “Siempre fui muy salvadora y ayudar a los demás me gusta”, confiesa. La crisis de 2008 marcó un punto de inflexión en su compromiso, al observar cómo “las personas con discapacidad llegaron a duplicar y casi triplicar en paro al resto”, con índices superiores al 70%.
Hoy, lidera una plataforma que conecta talento con compromiso, y destaca el cambio de paradigma en el sector: “Las empresas ya tienen sus propios departamentos de RSE, antes se externalizaba o no se hacía nada”. Rosa reivindica una RSE con propósito: “La Responsabilidad Social debe gestionarse desde dentro, con personas que crean en ella y con procesos continuos de mejora”.
En el marco del 20º aniversario de Corresponsables, Rosa reconoce la labor pionera del medio: “Desde siempre creo que Corresponsables ha sido un referente”, manifiesta, destacando su papel como agente comunicador: “La comunicación es importante, y un medio que se abanderó como este ha sido fundamental para el impulso de la RSE”.
En esta entrevista, Cuartero comparte sus aprendizajes, desafíos y una visión optimista del futuro: “Las nuevas generaciones lo harán mejor que nosotros, seguro”, afirma. Y concluye con una llamada a la acción que sintetiza su trayectoria: “Debemos ser más solidarios y exigentes, como sociedad y como empresas comprometidas y con valores”.
Rosa, ¿cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Hace más de 20 años comencé a interesarme en este ámbito, de una forma muy natural. Siempre he sido una persona con una fuerte vocación de servicio, muy cercana, con una inclinación clara hacia ayudar a los demás. Ese impulso personal de contribuir al bienestar de otras personas me llevó, de forma casi inevitable, a involucrarme en proyectos sociales y comunitarios.
“Siempre fui muy salvadora y ayudar a los demás me gusta”
El punto de inflexión fue la crisis de 2008, un momento en el que el empleo estaba por los suelos. Me impactó especialmente la situación de las personas con discapacidad, que entonces duplicaban o incluso triplicaban en tasa de paro al resto de la población. Más del 70% de desempleo en este colectivo, cifras realmente impresionantes, me impulsaron a actuar desde un enfoque de Responsabilidad Social y a dedicar mi energía a trabajar por una sociedad más inclusiva.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
Cuando empecé, nadie sabía lo que era la RSE. Era un concepto muy nuevo, casi desconocido, y en general no formaba parte de la estrategia ni del lenguaje habitual de las empresas. Se confundía fácilmente con acciones puntuales de caridad o marketing, sin llegar a entenderse como un compromiso real.
“Las personas con discapacidad duplicaban y llegaron casi a triplicar en paro al resto”
Hoy la situación es completamente distinta. A la Responsabilidad Social se le da mucha prioridad. Se ha integrado en las estructuras empresariales, forma parte de las conversaciones estratégicas, y es considerada un elemento diferenciador. Es una maravilla ver cómo ha evolucionado este campo y cómo ha ganado el protagonismo que merece.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Desde siempre, creo. No recuerdo un momento concreto porque desde que comencé a moverme en este ámbito, Corresponsables ya estaba presente como una referencia. Ha acompañado el crecimiento y consolidación de la RSE como concepto y como práctica empresarial.
“La comunicación es importante y un medio que se abanderó y de referencia es Corresponsables”
Ha tenido un papel muy importante. La comunicación es clave en estos temas, y contar con un medio que se abanderó desde el principio y que se ha mantenido como un referente informativo ha sido fundamental. Corresponsables ha sabido posicionarse como una plataforma imprescindible para visibilizar, compartir y conectar iniciativas responsables.
¿Qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
Uno de los cambios más notorios ha sido la creación de departamentos internos de RSE en muchas empresas. Antes, era común que se externalizara el trabajo en esta área, tratándola casi como una función ajena o secundaria, o directamente no se llevaba a cabo de ninguna manera sistemática.
Hoy, sin embargo, las empresas entienden que la Responsabilidad Social no puede ser algo accesorio. Forma parte de su cultura y su reputación, y se gestiona desde dentro, con recursos propios, personal especializado y una visión alineada con los valores y objetivos corporativos.
¿Cuáles consideras, Rosa, que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Uno de los motores clave ha sido la comunicación, tanto de los medios como de las personas comprometidas con la causa. Dar visibilidad a los proyectos, compartir experiencias y contagiar buenas prácticas ha ayudado a consolidar una red de aprendizaje y mejora constante.
“Las empresas ya tienen sus propios departamentos de RSE”
Además, han influido los cambios legislativos que han ido marcando una hoja de ruta más clara. La combinación de compromiso social, avances en políticas públicas y una ciudadanía cada vez más consciente ha generado un ecosistema favorable para la expansión de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
Una de las lecciones más importantes es que en este ámbito nunca se deja de aprender ni de mejorar. Siempre hay nuevas formas de hacer las cosas mejor, de ser más justos, más inclusivos, más eficaces en el impacto que queremos generar.
Los procesos de implementación deben ser continuados, no puntuales. La Responsabilidad Social exige revisión, adaptación y evolución constante. No se trata solo de hacer cosas buenas, sino de hacerlas cada vez mejor y con una mirada crítica y constructiva.
Querida Rosa, ¿tienes alguna anécdota que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la RSE?
Sí, recuerdo que al principio pensaba que la RSE y la RSC eran dos cosas distintas. Me costó entender que simplemente eran formas distintas de denominar la misma realidad: Responsabilidad Social Corporativa o Responsabilidad Social Empresarial.
“La combinación de compromiso social, avances en políticas públicas y una ciudadanía más consciente ha generado un ecosistema favorable para la RSE y la Sostenibilidad”
Eso demuestra cómo al inicio todo era muy difuso, poco claro, y había falta de información incluso en lo más básico. Fue un proceso de aprendizaje personal, como el que muchos vivieron, y refleja los desafíos de enfrentarse a un concepto nuevo que hoy está mucho más normalizado.
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
Desde mi punto de vista, han sido sobre todo los medios de comunicación, más que personas concretas. Ellos fueron quienes comenzaron a hablar de estos temas y a darles espacio en la agenda pública y empresarial.
También recuerdo que entidades como CaixaBank o Repsol fueron grandes comunicadores de la RSE, especialmente en temas de discapacidad y diversidad. Ellos marcaron un camino en cuanto a cómo comunicar y actuar con coherencia social desde una gran empresa.
¿Puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Hay muchos, pero destacaría aquellas empresas que crean otra empresa paralela para atender un fin más social. Es decir, desarrollan una estructura que da cabida a personas en riesgo de exclusión o presta servicios a la empresa matriz, desde un enfoque más inclusivo y responsable.
Ese modelo permite potenciar el impacto social sin renunciar al rigor empresarial, y es un ejemplo claro de cómo la Responsabilidad Social puede integrarse en la estrategia sin dejar de ser eficiente y sostenible.
Rosa, ¿qué lecciones has aprendido a lo largo de estos años en el campo de la RSE y la Sostenibilidad?
He aprendido que esto es, ante todo, un trabajo continuo. La Responsabilidad Social y la Sostenibilidad no son proyectos con fecha de inicio y fin, sino un proceso permanente.
“La crisis de 2008 fue un punto de inflexión: el desempleo entre personas con discapacidad superaba el 70%”
Requiere constancia, revisión, flexibilidad y mucha dedicación. Y también mucha pasión por lo que se hace, porque es esa convicción la que impulsa a mejorar cada día.
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
Veo un futuro lleno de retos y oportunidades. Hay mucho por hacer, especialmente en igualdad, diversidad, y en temas ambientales como la energía verde o la reducción de la contaminación.
“La RSE exige revisión, adaptación y evolución constante”
La clave estará en cómo asumimos esa responsabilidad como sociedad y cómo las empresas se adaptan. Si somos capaces de avanzar juntos, el impacto será enorme y positivo para todos.
¿Qué papel crees, Rosa, que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Estoy convencida de que lo harán mejor que nosotros. Las nuevas generaciones tienen una conciencia mucho más clara y activa en temas sociales, medioambientales y éticos.
Su papel será clave para mantener viva esta transformación. Vienen con ideas frescas, más apertura y una sensibilidad distinta que enriquecerá y reforzará todo lo construido hasta ahora.
Para concluir, añade si lo deseas cualquier otra reflexión o consideración que consideres oportuno.
Creo que se debe mejorar de forma continua, siempre. No podemos conformarnos con hacer lo mínimo. Debemos ser más solidarios, más exigentes, tanto como ciudadanos como desde las empresas.
Solo así construiremos una sociedad verdaderamente comprometida y con valores, donde la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad no sean metas, sino una forma natural de actuar.