El hidrógeno verde, un vector energético de alta complejidad, requiere una planificación estratégica integral que abarque múltiples sectores. Dicha planificación debe contemplar no solo el diseño, construcción y operación de las plantas de electrólisis necesarias para su producción, sino también el desarrollo de infraestructuras destinadas al almacenamiento y transporte del hidrógeno generado.
A día de hoy, en España no se ha establecido un Plan nacional que regule y coordine de manera global la implantación de esta tecnología emergente. No obstante, ya se encuentran en tramitación diversos proyectos sometidos a evaluación ambiental que, por su naturaleza y alcance, deberían formar parte de dicha planificación estratégica.
En relación con el procedimiento seguido para la tramitación ambiental de la red de infraestructuras destinadas al transporte de hidrógeno, SEO/BirdLife ha manifestado su preocupación por la falta de cumplimiento de los principios fundamentales de una evaluación ambiental adecuada, integral y transparente.
La organización advierte que el proyecto —que contempla la construcción de aproximadamente 2.600 kilómetros de gasoductos destinados al transporte de hidrógeno a lo largo de la península ibérica, con conexiones hacia Francia y Portugal— se está tramitando de forma fragmentada, mediante 15 expedientes independientes, a pesar de tratarse de una única infraestructura lineal interconectada.
Según SEO/BirdLife, esta fragmentación administrativa impide una evaluación ambiental global y coherente de los impactos acumulativos y sinérgicos del proyecto, dificultando así la valoración real de sus efectos sobre el territorio y los ecosistemas.
El desarrollo de la infraestructura prevé el despeje de una franja de trabajo de 22 metros de anchura a lo largo de toda la traza, la instalación de válvulas de impulsión cada 20 a 30 kilómetros, la construcción de cuatro estaciones de compresión y la implantación de nuevas líneas eléctricas para su alimentación energética. Estas actuaciones implicarán la eliminación de la vegetación existente en amplias zonas del recorrido, así como afecciones directas a numerosos cauces fluviales y ecosistemas asociados.
Esta fragmentación, subraya la organización, se ve agravada por el hecho de que los puntos finales de cada tramo determinan el trazado de los siguientes, condicionando la identificación y evaluación de alternativas técnicamente y ambientalmente viables. Como resultado, se dificulta la valoración de los impactos acumulativos y sinérgicos que el conjunto del proyecto podría generar sobre el territorio, los recursos hídricos y la biodiversidad.
“Trocear artificialmente una infraestructura de esta envergadura es una mala práctica ambiental y administrativa”, declara Begoña Valero, técnica de la Unidad de Incidencia para la Transición Verde de SEO/BirdLife. “La ley y la jurisprudencia son claras: cuando los tramos son interdependientes y persiguen un fin común, deben evaluarse como un único proyecto. Si no lo hacemos así, corremos el riesgo de repetir errores del pasado, generando impactos irreversibles sobre los ecosistemas y comprometiendo la transparencia y la participación ciudadana.”
La organización ambiental insta a las administraciones competentes a aplicar una evaluación ambiental estratégica y unificada, que considere el conjunto del corredor de hidrógeno dentro de un marco de planificación coherente y coordinado. Asimismo, solicita reforzar los mecanismos de transparencia y participación pública, garantizando que la transición energética se desarrolle bajo criterios de sostenibilidad, equidad territorial y protección de la biodiversidad.
Un riesgo real para espacios y especies protegidas
En las alegaciones presentadas a diez de los tramos actualmente sometidos a consulta pública, SEO/BirdLife alerta de que el diseño propuesto afecta directamente a hábitats de interés comunitario, espacios naturales protegidos de ámbito autonómico, Reservas de la Biosfera, así como a zonas ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves) y ZEC (Zona Especial de Conservación) pertenecientes a la Red Natura 2000, además de atravesar corredores ecológicos esenciales para la conectividad de la fauna. La organización advierte, además, de que el proyecto pone en riesgo a especies amenazadas y protegidas, entre las que destacan el milano real (Milvus milvus), el alimoche común (Neophron percnopterus), el águila perdicera (Aquila fasciata), el buitre negro (Aegypius monachus) y el águila real (Aquila chrysaetos), entre otras.
Según SEO/BirdLife, el procedimiento actual vulnera el principio de precaución y de planificación estratégica establecido en la normativa europea, y se aparta del enfoque exigido por la Directiva 2011/92/UE, relativa a la evaluación de las repercusiones de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio ambiente, la cual prohíbe expresamente la fragmentación de proyectos interdependientes.
“El hidrógeno verde puede desempeñar un papel relevante en la transición energética, pero no puede desarrollarse a costa de la biodiversidad ni del territorio. Si realmente queremos avanzar hacia un modelo energético responsable, necesitamos planificación, rigor técnico y una visión de conjunto, no atajos administrativos”, concluye Valero.
Una transición energética planificada, no improvisada
SEO/BirdLife insiste en la necesidad de un Plan Nacional del Hidrógeno Verde que coordine la planificación energética, ambiental, industrial e hidrológica. Este plan debería identificar zonas de desarrollo preferente, establecer criterios de localización y consumo de agua, y someterse a una evaluación ambiental estratégica con una participación pública efectiva.
La organización recuerda que existen numerosas sentencias judiciales y pronunciamientos científicos que advierten de los riesgos de la fragmentación en la evaluación ambiental de proyectos lineales, como redes eléctricas, gasoductos o infraestructuras viarias y señala que la transición energética debe ser sinónimo de buena gobernanza, de planificación basada en la ciencia y de respeto a la naturaleza. Fragmentar las evaluaciones o acelerar sin coordinación no nos acerca a los objetivos climáticos: nos aleja de ellos.
En este contexto, SEO/BirdLife manifiesta su oposición al desarrollo del proyecto en los términos actuales, al considerar que la tramitación fragmentada vulnera los principios básicos de una planificación ambiental rigurosa y transparente, y exige que el procedimiento se reinicie, tramitando la totalidad de la red de transporte de hidrógeno verde como un único proyecto integral, que permita evaluar de forma conjunta todos sus impactos, alternativas y efectos acumulativos.
Asimismo, la organización defiende que este proceso debe someterse a una evaluación ambiental estratégica, en coherencia con la magnitud, el carácter transversal y las implicaciones territoriales de la infraestructura, garantizando que el desarrollo del hidrógeno verde en España se lleve a cabo bajo criterios de sostenibilidad, coherencia territorial y respeto a la biodiversidad.
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