La inteligencia artificial (IA) ya está reconfigurando sectores, revolucionando el funcionamiento de las organizaciones e impulsando la innovación y la eficiencia. Desde la IA generativa hasta la automatización avanzada, empresas de todos los sectores se apresuran a integrarla en sus estrategias.
Esta rápida evolución tecnológica va acompañada también de retos cruciales: las organizaciones deben navegar por la madurez de los sistemas de IA, las implicaciones éticas de su despliegue y la cuestión de quién, dentro de la empresa, asume la responsabilidad de impulsar las iniciativas de tecnologías basadas en IA.
El reciente estudio “Análisis2025: prioridades para los CIOs y líderes tecnológicos”, elaborado por Experis, la consultora IT de ManpowerGroup, ofrece una perspectiva fundamentada de estas realidades a nivel mundial. En él se explora cómo los directores de información (CIO) y los líderes tecnológicos están navegando por la integración de la IA y planificando el futuro.
A pesar del entusiasmo, especialmente en torno a la IA generativa, el estudio revela que la mayoría de las organizaciones siguen en las primeras fases: el 60% todavía está explorando o implementando parcialmente la IA.
“Está claro que la inteligencia artificial tiene un potencial enorme y ahora es el momento de explotarlo”, comenta Myriam Blázquez, directora general de Experis, que continúa, “el papel de los líderes tecnológicos es crítico, porque de su visión y de su capacidad de lograr recursos e inversión, depende en gran medida la capacidad de sus empresas para capitalizar la IA como palanca de competitividad”.
Las empresas de todo el mundo se están preparando para ampliar sus capacidades de IA. Según el estudio, el 67 % de las organizaciones tiene previsto aumentar su inversión durante 2025, lo que pone de manifiesto la creciente confianza en el valor empresarial de esta tecnología. Esta tendencia también se refleja en España, donde industrias como las finanzas, las telecomunicaciones y la energía ya han anunciado inversiones estratégicas en este ámbito.
Además, iniciativas como la Estrategia Nacional de IA de España, adoptada el 14 de mayo de 2024, pretenden posicionar al país como un actor competitivo en la innovación responsable de la IA.
Sin embargo, los planes de inversión globales y locales vienen acompañados de un mayor énfasis en la ética y la transparencia. El informe destaca que el 18% de los líderes tecnológicos expresan su preocupación en torno a la parcialidad, la transparencia y la gobernanza ética, mientras que solo 1 de cada 5 organizaciones se considera avanzada en el despliegue de IA ética, transparente y libre de sesgos.
Estas preocupaciones se repiten en todos los mercados, incluido el español, donde los debates en torno a la IA ética, la regulación y el impacto en la mano de obra siguen marcando el discurso público y ralentizando la carrera hacia la implantación de estos avances.
Las tecnologías emergentes, como los agentes de inteligencia artificial, que permiten a los sistemas realizar tareas empresariales complejas con intervención humana limitada, también están ganando protagonismo. A diferencia de la automatización tradicional, la IA Agente puede tomar decisiones y emprender acciones para alcanzar objetivos específicos.
Para las organizaciones, esto supone una nueva forma de aumentar la productividad y la eficiencia, al tiempo que se mantiene la supervisión humana y las normas éticas.
El estudio destaca, a su vez, que las percepciones de la IA entre los líderes tecnológicos siguen siendo diversas. Para el 37%, la IA se considera útil para aplicaciones específicas, mientras que el 36% la ve como un cambio de juego que está remodelando el negocio. Al mismo tiempo, el 33% de los líderes afirma que el impacto más amplio de la IA aún no está claro, lo que refleja cierto grado de cautela en las organizaciones.
De cara al futuro, el 30% cree que la IA será revolucionaria a largo plazo, y el 29% ya reconoce su papel en el aumento de la productividad actual. A pesar de estas diferentes perspectivas, existe un claro impulso a medida en que las organizaciones reconocen cada vez más la creciente importancia de la IA en el panorama empresarial actual.
Por todo ello, mientras que la IA sigue evolucionando, las organizaciones se enfrentan tanto a interesantes oportunidades como a retos críticos en torno a su adopción. El estudio Experis CIO 2025 revela una tendencia clara: aunque las empresas están deseosas de aumentar su inversión en IA, el éxito dependerá de una integración responsable, normas éticas y un liderazgo claro.
Con tecnologías como la IA Agente ganando terreno, la atención sigue centrada en equilibrar la innovación con la supervisión para liberar todo el potencial de la IA. Al final, el objetivo es superar los miedos humanos, haciendo de estas tecnologías un aliado de confianza que mejore el trabajo, apoye en la toma de decisiones y acelere la realización de tareas complejas.
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