En la sierra de Lima, donde miles de familias aún enfrentan dificultades para acceder a agua potable, un nuevo proyecto de infraestructura está ayudando a transformar la escasez en disponibilidad. En el distrito de Santa Eulalia, en Huarochirí, parte de la cuenca alta del Rímac, se completó un proyecto que beneficiará a más de 14,600 personas de cinco comunidades locales.
La iniciativa fue posible gracias al trabajo conjunto de tres instituciones: The Coca-Cola Foundation financió el proyecto, mientras que la organización costarricense Fundación Aliarse y el Instituto del Diálogo (IDD) estuvieron a cargo de su implementación. El proyecto también se desarrolló en coordinación con la Municipalidad de Santa Eulalia y con la participación activa de las comunidades locales.
El proyecto incluyó la construcción y ampliación de un reservorio, aumentando su capacidad de 9 a 32 metros cúbicos; la construcción de un sistema de captación de agua, un muro de contención, cisternas de almacenamiento y la recuperación de seis manantiales naturales. Además, se limpiaron y desinfectaron dos pozos artesanales en el centro poblado de Huachinga, se instalaron cloradores tipo VALAC para garantizar la calidad del agua, y se rehabilitaron las líneas de conducción para mejorar la eficiencia del sistema y reducir las pérdidas en la red.
“El proyecto del reservorio en Santa Eulalia refleja nuestra misión de apoyar soluciones sostenibles y lideradas por la comunidad para el acceso al agua en los lugares que más lo necesitan. En América Latina hemos visto cómo la colaboración con aliados locales y residentes puede fortalecer sistemas más resilientes, que no solo responden a las necesidades actuales, sino que también protegen este recurso vital para las generaciones futuras”, afirmó Carlos Pagoaga, presidente de The Coca-Cola Foundation.
“Estamos profundamente agradecidos con The Coca-Cola Foundation y todos los aliados locales por hacer realidad este proyecto. Lo que lo hace aún más significativo es que fue co-creado con la comunidad. En Santa Eulalia vemos cómo la participación, el liderazgo y el compromiso local pueden convertir una iniciativa en un verdadero motor de cambio. Sin duda, nos recuerda que cuando trabajamos con propósito, nos acercamos al país que todos queremos”, expresó Juan Sebastián Jiménez, director senior de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad de Coca-Cola Perú y Ecuador, durante la visita.
Contribuyendo a mejorar el acceso al agua
El río Rímac es la principal fuente de agua potable para más de 10 millones de personas en Lima, Callao y Huarochirí. A pesar de su importancia, muchas comunidades en la cuenca alta aún enfrentan desafíos para acceder a agua limpia y confiable. El aislamiento geográfico, la infraestructura obsoleta y la variabilidad estacional hacen que el acceso sea irregular y, en muchos casos, inseguro.
En esta zona específica de intervención, se identificó una necesidad crítica de agua en cinco comunidades rurales con acceso limitado o inexistente a agua segura: Huayaringa Alta, Los Ángeles, Portada de Huayaringa, San Pedro de Mama Alto y San Pedro de Mama Baja. Las mejoras realizadas beneficiarán a los residentes, reducirán riesgos sanitarios y fortalecerán la resiliencia hídrica a largo plazo.
“En Aliarse creemos firmemente en el poder transformador de la colaboración multisectorial. Esta iniciativa conjunta con The Coca-Cola Foundation en la comunidad de Santa Eulalia, Perú, es un claro ejemplo de cómo las alianzas intersectoriales pueden generar impactos tangibles en la calidad de vida de las personas. Nos enorgullece contribuir al desarrollo comunitario garantizando el acceso al agua en condiciones óptimas de cantidad, continuidad y calidad. Creemos que este recurso es esencial para el bienestar y la equidad”, afirmó Carolina Reyes Rivero, Directora de Medio Ambiente y Cambio Climático de Fundación Aliarse.
Un compromiso con el desarrollo inclusivo y el liderazgo comunitario
Esta iniciativa se construyó no solo con infraestructura, sino también con confianza, acción colectiva y una visión compartida entre aliados y comunidad. Demuestra cómo las soluciones centradas en la comunidad, respaldadas por alianzas público-privadas sólidas, pueden generar un impacto local significativo.
Los residentes participaron activamente en faenas comunales, sesiones de capacitación y decisiones clave del proyecto. Se adoptó un enfoque inclusivo de género a lo largo del proceso, permitiendo que las mujeres participen en tareas técnicas, trabajos comunales y espacios de liderazgo. Las sesiones se adaptaron a sus horarios familiares para facilitar su participación plena.
“Este proyecto impacta directamente en la salud, seguridad y calidad de vida de las familias, especialmente de las mujeres, que ahora pueden dedicar menos tiempo a recolectar agua y más a actividades productivas y familiares. Es un claro ejemplo de cómo la infraestructura, combinada con el involucramiento comunitario, puede transformar realidades. En el Instituto del Diálogo agradecemos a The Coca-Cola Foundation por confiar en iniciativas que representan dignidad, salud y desarrollo, y que demuestran cómo las alianzas pueden mejorar la vida de comunidades históricamente desatendidas”, señaló Erika Collado Monzón, Gerente General del Instituto del Diálogo.
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