Desde la mirada de Tania Labbé Toro, Gerente de Cuidado y Desarrollo del Instituto de Seguridad del Trabajo IST, la sostenibilidad no es una acción aislada ni una meta institucional, sino una forma de cuidar la vida en el trabajo y en el entorno. Como mutualidad, IST acompaña a más de 500.000 trabajadores en Chile en la promoción de culturas organizacionales donde el bienestar humano y ambiental ocupan un lugar central.
“Nuestro trabajo tiene claramente el objetivo de cuidar la vida. No hay sostenibilidad si no ponemos al centro la cultura del cuidado”, afirmó Labbé. Desde esa premisa, el modelo 3xS de IST (Seguridad, Salud y Sostenibilidad) surge como una propuesta integral para construir entornos laborales más humanos y con proyección de futuro.
Cada dimensión del modelo 3xS se conecta con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La Seguridad va más allá de la prevención de riesgos e implica condiciones dignas para el trabajo. La Salud abarca lo físico, mental y social, alineándose con el ODS 3. Y la Sostenibilidad articula el cuidado ambiental, la eficiencia en el uso de recursos y la protección de las comunidades, en coherencia con los ODS 6, 12, 13 y 15.
“Prevenir no es solo evitar el daño; es construir futuro. Y eso, en esencia, es lo que busca la sostenibilidad”, señaló la ejecutiva. En este sentido, IST no solo promueve la prevención de accidentes, sino también la generación de entornos donde las personas puedan desarrollarse sin comprometer su salud ni la del planeta.
Un ejemplo concreto de este enfoque fue el encuentro realizado junto a CEPAL, que reunió a más de 150 personas y representó a unas 250.000 trabajadoras y trabajadores. “Estos espacios permiten compartir experiencias reales de empresas que han llevado la salud mental, la prevención y la sostenibilidad a otro nivel. Son instancias que generan conocimiento y alianzas transformadoras”, explicó Labbé.
La colaboración intersectorial es clave para avanzar hacia los ODS. “Creo en las alianzas que generan conocimiento, impulsan innovación y promueven relaciones laborales cuyo centro sea la vida. Pero también la vida en su sentido más amplio, que incluye la salud del planeta”, agregó. En esta línea, IST acompaña a empresas que implementan planes de eficiencia hídrica, reducción de huella de carbono o recuperación de entornos naturales.
La experiencia de IST como mutualidad le permite tener una mirada privilegiada del avance de las empresas en sostenibilidad. “Todos los días hay empresas que comienzan, otras que evolucionan. Es muy poderoso ver cómo en sectores como el turismo o la construcción ya se integran con fuerza prácticas de cuidado ambiental y de equidad de género”, comentó Labbé.
Relató con entusiasmo cómo, en empresas del sur de Chile, especialmente en la Patagonia, el tratamiento de aguas es una prioridad cultural. “Está completamente incorporado que el agua, tal como fue obtenida de la naturaleza, debe volver a ella en iguales condiciones. Es una práctica cotidiana y un ejemplo de sostenibilidad viva”, dijo. Otro caso destacable son las empresas del sector construcción y transporte, históricamente masculinizados, que hoy están incorporando a mujeres con políticas activas de inclusión.
Sin embargo, reconoció que los desafíos persisten. “Las organizaciones deben integrar los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) de forma coherente y transversal. Esto requiere liderazgo con propósito, gestión con sentido y capacidad de innovar desde los territorios”, puntualizó.
El entorno regulatorio y la transformación digital también plantean retos. La escasez hídrica, la necesidad de proteger la salud mental, y la creciente demanda ciudadana por mayor transparencia exigen una mirada sistémica: “La sostenibilidad implica repensar procesos, modelos de gestión y relaciones laborales desde una perspectiva más humana y planetaria”, aseguró.
Frente a este panorama, Labbé entregó un consejo claro a las organizaciones que recién comienzan su camino: “Mi consejo es empezar por lo cercano y por lo posible. Tal vez gestionando mejor el uso del agua, promoviendo salud mental o fomentando la reutilización de recursos. La sostenibilidad no parte con grandes planes, sino con decisiones concretas y coherentes”.
También resaltó la importancia de comunicar. “Las organizaciones que lo hacen con transparencia generan confianza, lealtad y reputación. Y no es solo imagen: una sostenibilidad bien gestionada es, en esencia, una forma de construir futuro”.
Desde su experiencia en IST, Labbé cree que el verdadero impacto se logra desde la cotidianidad: “La transformación del mundo del trabajo no ocurre solo en grandes escenarios, sino en terreno, con las personas, en la forma de liderar, conversar y generar conocimiento”.
Finalmente, enfatizó que la sostenibilidad no se construye en solitario: “Se construye en red. Desde la colaboración profunda entre empresas, instituciones y personas, podemos transformar el presente y proyectar un futuro más digno y sostenible para todos”.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Desarrollo empresarial sostenible en Chile