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En esta entrevista con Diana March, Chief Sustainability and Technical Compliance Officer de Eurofragance, descubrimos el apasionante viaje de la compañía hacia la Sostenibilidad y la Responsabilidad Social, un camino que comenzó a finales de 2020, en un momento crítico marcado por la pandemia de COVID-19. En un entorno desafiante, Eurofragance no solo se enfocó en su recuperación, sino que puso en marcha un proyecto estratégico centrado en transformar la organización hacia una mayor Sostenibilidad. Diana comparte cómo el equipo de Eurofragance trabajó incansablemente para implementar las medidas necesarias que le permitieron alcanzar el nivel platino en su evaluación de EcoVadis, destacando la importancia de la Responsabilidad Social y el compromiso con los ODS.
Además, Diana reflexiona sobre cómo ha evolucionado la RSE y la Sostenibilidad a lo largo de los años, y destaca el papel fundamental que ha jugado Corresponsables en el impulso de la Responsabilidad Social Empresarial en las últimas dos décadas. “Corresponsables ha sido una fuente de inspiración para muchas organizaciones, un espacio donde compartir experiencias y conocimientos que promuevan una verdadera transformación hacia un futuro más sostenible”, comenta. En esta ocasión, con motivo de su 20 aniversario, Diana también celebra el trabajo de Corresponsables como un catalizador clave para el desarrollo de la RSE en España y en el mundo.
Diana, ¿cómo y cuándo comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Mi compromiso con la Sostenibilidad y la Responsabilidad Social comenzó a finales de 2020, en un contexto marcado por los desafíos que trajo consigo la pandemia de COVID-19. En aquel entonces, el comité directivo impulsó una serie de proyectos estratégicos dirigidos a revitalizar la compañía, con un enfoque especial en la digitalización y la Sostenibilidad. Me confiaron el liderazgo del proyecto, cuyo propósito era transformar Eurofragance en una organización más sostenible. Así iniciamos un camino apasionante, con la creación de un equipo transversal que reunía a profesionales de distintos departamentos. En la actualidad, aquel grupo sigue siendo el núcleo del equipo de Sostenibilidad, que trabaja con la misma dedicación y compromiso en los retos actuales y futuros.
“La excelencia no es un punto de llegada, sino un compromiso constante”
En los inicios del proyecto de Sostenibilidad, recibimos una solicitud de un cliente para evaluarnos a través de EcoVadis, la plataforma de referencia en nuestro sector que mide el desempeño de las empresas en criterios ambientales, sociales y de buena gobernanza. En nuestra primera evaluación, obtuvimos la medalla de plata. Lejos de desanimarnos, aquel resultado encendió nuestra determinación: todo el equipo se puso manos a la obra para implementar las medidas correctivas necesarias que nos permitieran mejorar nuestra puntuación. Podría decirse que esa primera medalla despertó en nosotros una sana competitividad, un desafío interno por superarnos y hacerlo mejor cada día. El esfuerzo dio sus frutos, y a principios de este año logramos alcanzar el tan ansiado nivel platino, la puntuación máxima. Ahora, nuestro nuevo reto es mantenernos en esa posición, demostrando que la excelencia no es un punto de llegada, sino un compromiso constante.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzaste en comparación con cómo es hoy?
El cambio más significativo que he observado en la Responsabilidad Social Empresarial es la evolución de su reconocimiento y valor. Hace unos años, no tenía el protagonismo que tiene actualmente. Si bien hubo organizaciones pioneras que apostaron por integrar criterios ambientales, sociales y de buena gobernanza en sus políticas, no era una práctica generalizada.
“Todo el equipo se puso manos a la obra para implementar las medidas correctivas necesarias que nos permitieran mejorar nuestra puntuación”
Actualmente, la RSE ha dejado de ser una iniciativa voluntaria para convertirse en un pilar esencial dentro de las estrategias corporativas. Este cambio responde, en gran medida, a una mayor consciencia por parte de las empresas sobre sus impactos sociales y ambientales, a la presión de las nuevas generaciones, que buscan trabajar en organizaciones con propósito, y, por supuesto, al creciente marco legislativo, que está impulsando a aquellas compañías que aún no habían iniciado este camino a ponerse las pilas y ponerse en marcha cuanto antes.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Mi primer contacto con la revista Corresponsables fue cuando se pusieron en contacto con nosotros para entrevistarme. Recuerdo lo nerviosa que estaba, porque hasta ese momento solo había hablado de Sostenibilidad dentro de nuestra organización, pero nunca frente a otros y, mucho menos, ante los medios de comunicación. Mi primer pensamiento fue: ¿qué les voy a contar si todavía estoy aprendiendo?
Sin embargo, terminé hablando con pasión de nuestra visión, de nuestra estrategia, de nuestros valores y de todas nuestras iniciativas en los ámbitos ambiental, social y de buena gobernanza. También compartí cada detalle de nuestro Community Day, una jornada dedicada a ayudar a los demás y que es el orgullo de toda la plantilla de Eurofragance. Al final, aquella entrevista, que me sacaba por completo de mi zona de confort, se convirtió en una experiencia maravillosa que aún recuerdo con cariño.
“Corresponsables ha sido una fuente de inspiración y aprendizaje para muchas otras”
Desde mi punto de vista, Corresponsables ha desempeñado un papel clave en el impulso y la visibilidad de la RSE. Al ofrecer un espacio donde las organizaciones pueden compartir sus iniciativas de Responsabilidad Social, ha sido una fuente de inspiración y aprendizaje para muchas otras. En el ámbito de la Sostenibilidad, compartir experiencias y conocimientos es esencial para crear valor compartido y para consolidar la Sostenibilidad como un valor estratégico dentro de las empresas. Corresponsables ha sido, además, un punto de encuentro para el debate y la reflexión, fomentando la colaboración y el intercambio entre empresas y profesionales comprometidos con un futuro más responsable.
Con motivo de su 20 aniversario, me gustaría destacar que Corresponsables ha sido un catalizador fundamental en el cambio de paradigma hacia un modelo empresarial más consciente y responsable, siempre promoviendo el intercambio de buenas prácticas y el aprendizaje mutuo. Enhorabuena por estos 20 años de impacto positivo.
Querida Diana, ¿cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Desde mi punto de vista, hay tres grandes hitos que han impulsado la evolución de la RSE en los últimos años.
En primer lugar, la aparición de marcos internacionales bien definidos, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que han proporcionado una guía clara y global tanto para las empresas como para los gobiernos.
“La RSE ha dejado de ser una iniciativa voluntaria para convertirse en un pilar esencial dentro de las estrategias corporativas”
También destaco el nuevo marco legislativo, que ha impulsado a las empresas a ser más transparentes y a asumir un mayor compromiso con la Sostenibilidad.
Y, por último, la llegada al mundo empresarial de las nuevas generaciones, especialmente la Generación Z, que desempeñan un papel crucial en la aceleración de la Sostenibilidad, exigiendo a las empresas un mayor compromiso con la ética, el medio ambiente y el compromiso social.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
En estos años he aprendido dos lecciones muy importantes:
La primera es que, sin el compromiso firme de los equipos directivos con la Sostenibilidad, resulta muy difícil avanzar y convertirla en el pilar estratégico que debe ser dentro de las estrategias corporativas de la empresa.
La segunda lección es que acelerar la transformación sostenible exige la creación de alianzas. En este camino, estamos todos juntos y, para tener éxito, necesitamos apoyar a aquellos que están comenzando y aprender de las empresas más avanzadas. En este sentido, plataformas como Corresponsables juegan un papel fundamental al promover un enfoque colaborativo entre las empresas, ayudando a fomentar una conciencia colectiva y a impulsar el desarrollo sostenible.
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
Tuve la suerte de asistir a una conferencia de Paul Polman, y debo confesar que me impresionó profundamente. Lo considero un referente en la integración de la Sostenibilidad en la estrategia empresarial. Me impactó especialmente cómo, bajo su liderazgo, Unilever adoptó una estrategia de crecimiento inclusivo y sostenible, centrada en reducir la huella ambiental de la compañía y en mejorar la salud y el bienestar de las personas, al mismo tiempo que contribuía positivamente a las comunidades donde operaba.
Además, como organización, destacaría el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, que se ha convertido en un referente excepcional y una plataforma indispensable de recursos para todas aquellas empresas que, como la nuestra, buscamos acelerar nuestra transformación sostenible.
¿Puedes compartir, Diana, algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Para nosotros, la colaboración de Eurofragance con el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y el laboratorio Dermocosmético MartiDerm es una de las iniciativas más maravillosas de RSE en la que hemos trabajado.
Una pequeña parte de la población sufre una enfermedad que hace que no metabolice las proteínas de manera correcta y en su cuerpo se genera trimetilamina, que tiene un fuerte olor a pescado. Esta enfermedad se conoce como trimetilaminuria, o síndrome del olor de pescado. Este síndrome condiciona a quien la sufre en sus relaciones sociales. La preocupación de una pediatra con pacientes que sufrían de este síndrome, la hizo contactar con una amiga suya, en aquel momento estudiante de perfumista en Eurofragance para ver si se podría hacer algo para ayudar a las personas que sufrían esta enfermedad.
“En el ámbito de la Sostenibilidad, compartir experiencias y conocimientos es esencial para crear valor compartido”
El proyecto cautivó a nuestros perfumistas desde el primer momento, de manera que se desarrollaron diferentes fragancias destinadas a maquillar este mal olor. La empresa MartiDerm colabora en el proyecto fabricando los productos finales.
Este caso hace palpable nuestra visión de generar un impacto positivo en la sociedad a través de la innovación en las fragancias, porque las fragancias mejoran la vida de las personas.
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
En el futuro, con el nuevo marco legislativo, las empresas estarán obligadas a identificar sus impactos, riesgos y oportunidades en materia ambiental y social a lo largo de toda su cadena de valor.
Lo que inicialmente puede verse como un reto y un esfuerzo para las organizaciones, en realidad representa una oportunidad para conocer mejor dónde estamos impactando, qué planes de mejora podemos implementar y cómo hacerles un seguimiento adecuado. Esto nos permitirá integrar de manera más efectiva los aspectos ambientales, sociales y de buena gobernanza en la estrategia corporativa de la compañía.
“Corresponsables ha sido un catalizador fundamental en el cambio de paradigma hacia un modelo empresarial más consciente y responsable”
Además, los nuevos requisitos de transparencia y el fácil acceso a la información sobre las prácticas empresariales nos expondrán a un escrutinio público más intenso, lo que nos motivará a mejorar nuestros estándares de Sostenibilidad y RSE, y contribuirá a la lucha contra el “greenwashing”.
Además, las nuevas generaciones están motivando un cambio hacia prácticas más responsables y sostenibles, y obligando a las empresas a adaptarse a una nueva realidad, donde el impacto social y ambiental son tan importantes como el éxito económico.
Para finalizar, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Las nuevas generaciones han sido y serán clave en la aceleración de la Sostenibilidad. Estos consumidores y empleados muestran un profundo interés por los valores éticos, ambientales y sociales, y exigen a las empresas un mayor compromiso con estos principios. Son mucho más conscientes de desafíos globales como el cambio climático, la desigualdad social y la necesidad de una economía inclusiva, lo que ha transformado sus expectativas hacia las organizaciones con las que interactúan.
“Las nuevas generaciones están motivando un cambio hacia prácticas más responsables y sostenibles”
Este cambio de mentalidad impulsará a las empresas a reconsiderar sus modelos de negocio y estrategias a largo plazo, ya que las nuevas generaciones prefieren trabajar en empresas con propósito y apoyan marcas que demuestran un compromiso real con el bienestar social y ambiental.
Además, utilizan las redes sociales para cuestionar y denunciar prácticas empresariales que no cumplen con estándares éticos o sostenibles, por lo tanto, las empresas deberán adaptarse, no solo para atraer y retener talento joven, sino también para mantener la lealtad de los consumidores que valoran la transparencia y la Sostenibilidad.
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