
ODS3. DKV se une a Food For Good Bcn para cocinar y distribuir menús a personas desfavorecidas
La aseguradora creó hace unos días #NingúnMayorSolo, un servicio gratuito de llamadas de psicólogos a personas mayores, y ahora quiere seguir ayudándoles uniéndose a esta iniciativa en colaboración con Amics de la Gent Gran
La iniciativa #NingúnMayorSolo impulsada por DKV se enmarca en un proyecto más amplio #PsicólogosfrentealCOVID y pretende dar respuesta a la demanda de soporte psicosocial que pueden tener muchas personas mayores que se han visto aisladas de sus familias ante la actual situación de crisis sanitaria y social.
La aseguradora ha querido ir más allá y poder ayudar a la gente mayor no solo en lo que respecta a la salud emocional, si no también con una necesidad básica: la alimentación. Por eso, DKV se ha solidarizado con Food For Good Bcn y ha empezado a colaborar con esta inciativa.
Gracias a #NingúnMayorSolo de la aseguradora y junto con Amics de la Gent Gran, entidad que lucha contra la soledad no deseada y el aislamiento social al que quedan expuestas millones de personas mayores, detectan los casos de personas mayores que necesitan ayuda y avisan a Food For Good Bcn. Se calcula que se ofrecerán cada día 120 menús a estas personas mayores para que tengan las necesidades básicas cubiertas.
Food For Good Bcn es una iniciativa que nace de la solidaridad del mundo de la gastronomía con el objetivo de cocinar y distribuir menús saludables, ricos y equilibrados para las personas más desfavorecidas de Barcelona, la mayoría de ellas sin hogar. Chefs, restauradores, propietarios de restaurantes, proveedores, se han volcado en esta iniciativa solidaria para sumar esfuerzos y ayudar a esas personas que ahora necesitan ayuda más que nunca.
En colaboración con Nutrició Sense Fronteres, y el soporte, entre otros, de la Fundació Espigoladors, la inciativa Food For Good Bcn estima llegar a servir en total unos 1.000 menús diarios, destinados a diversas entidades como Amics de la Gent Gran, la Fundación Lluís Companys, la Asociación Baluard, Fundació Arrels, la Comunidad de San Egidio o el colectivo Metzineres. Esta distrubición se hace siempre mantienendo unos protocolos sanitarios estrictos para el personal, a la manipulación de alimentos y la distribución de los platos que garantizan la calidad y la seguridad de todo el proceso, desde que los ingredientes entran por la puerta hasta que se entrega la comida.
Con las medidas adoptadas para evitar la propagación del COVID-19, son muchos los centros que atendían a personas sin recursos que se han visto obligados a cerrar sus puertas. En una ciudad desierta, como estos días es Barcelona, sigue existiendo la necesidad de dar de comer a todos aquellos que no tienen hogar o que están en situación de exclusión social. Las pocas entidades que permanecen abiertas han visto cómo la demanda ha ido en aumento y, sin embargo, se están quedando sin alimentos, ya que los establecimientos que los abastecían (hoteles, restaurantes, colegios) han cerrado.
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