
ODS13. Informe del IPCC en Latinoamérica: una región altamente expuesta y vulnerable al cambio climático
Impactos del cambio climático en América Central y del Sur, según el Panel de Intergubernamental del Cambio Climático de Naciones Undas
Según el nuevo Informe del IPCC, publicado este 28 de febrero, Latinoamérica se encuentra altamente expuesta, vulnerable y fuertemente impactada por el cambio climático. Una situación que se ve amplificada por la desigualdad existente en América Central y del Sur.
Muchos eventos extremos ya están afectando a la región y se prevé que se intensifiquen. Especialmente el aumento de las temperaturas y la sequía. También el aumento del nivel del mar, la erosión costera, la acidificación de los océanos y lagos que provoca la decoloración de los colares y el aumento de la frecuencia y la gravedad de las sequías en algunas regiones, con una disminución asociada del suministro de agua. Esto impactará directamente en la producción agrícola, la pesca tradicional, la seguridad alimentaria y la salud humana.
"He leído este informe con mucho miedo y tristeza, pero no con sorpresa. Tenemos muy claro que ninguna adaptación puede compensar el hecho de no limitar el calentamiento a 1,5ºC. El informe confirma lo que ya estamos viendo y experimentando: el cambio climático está causando pérdidas y daños devastadores, y afectando de forma desproporcionada a nuestras personas vulnerables. Es urgente potenciar los esfuerzos de adaptación y adaptación temprana. Según este informe, la financiación accesible es un obstáculo clave, y buscaremos financiación pública específica en las negociaciones internacionales, tanto para la adaptación como para hacer frente a las pérdidas y los daños", alerta Madeleine Diouf SARR, Presidenta de los Least Developed Countries (LDCs) en las negociaciones de la ONU sobre el clima.
Agua
El retroceso de los glaciares, el aumento de las temperaturas y la variabilidad de las precipitaciones, junto con el cambio en el uso de la tierra, están afectando a los ecosistemas, los recursos hídricos y los medios de subsistencia a través de deslizamientos de tierra e inundaciones.
Se prevé, además, un aumento de la escasez de agua y de la competencia por el agua. La interrupción de los flujos de agua degradará significativamente los ecosistemas, como los humedales de gran altitud. Esto afectará a las comunidades agrícolas, la salud pública y la producción de energía.
Alimentación y agricultura
Desde mediados del siglo XX, el aumento de la precipitación media ha tenido un impacto positivo en la producción agrícola en el sudeste de América del Sur. Sin embargo, los periodos secos extremadamente prolongados se han vuelto más frecuentes y afectan a las economías de las grandes ciudades del sureste de Brasil. A la inversa, la reducción de las precipitaciones y la alteración de las temporadas de precipitaciones están afectando a la agricultura de subsistencia de secano. En particular, en el Corredor Seco de Centroamérica y en los Andes tropicales, poniendo en peligro la seguridad alimentaria.
Se prevé que empeoren los impactos en los medios de vida rurales y la seguridad alimentaria, en particular para los pequeños y medianos agricultores y los pueblos indígenas de las montañas. Incluida la reducción general de la producción agrícola, la superficie agrícola adecuada y la disponibilidad de agua.
"Los agricultores familiares producen el 80% de los alimentos que se consumen en el mundo y, sin embargo, están muy expuestos al cambio climático y sus efectos. Muchos están haciendo todo lo posible para adaptarse al cambio climático y producir alimentos de forma más sostenible, pero no pueden hacerlo solos. Necesitan apoyo para diversificar sus explotaciones mediante cultivos intercalados, agrosilvicultura y el uso de variedades de semillas locales, necesitan apoyo para gestionar el agua de forma más sostenible y para acceder a los mercados locales", sostiene Laura Lorenzo, Directora del World Rural Forum (WRF).
Ecosistemas
Los ecosistemas oceánicos y costeros de Latinoamérica, los arrecifes de coral, los estuarios, las marismas, los manglares y las playas de arena son muy sensibles y se ven afectados negativamente por el cambio climático y sus amenazas derivadas. El Informe del IPCC prevé que los arrecifes de coral pierdan su hábitat, cambien su rango de distribución y sufran más eventos de blanqueamiento provocados por el calentamiento del océano.
La distribución de especies terrestres ha cambiado en los Andes debido al aumento de la temperatura. Los expertos proyectan que hasta el 85% de los sistemas naturales se verán afectados negativamente por el cambio climático.
La selva amazónica, uno de los depósitos de carbono y biodiversidad más grandes del mundo, es muy vulnerable a la sequía. Siendo una zona que se ha visto afectada por sequías sin precedentes y temperaturas extremadamente altas en 1998, 2005, 2010 y 2015-2016. Impacto atribuido en parte al cambio climático. Esto resultó en altas tasas de mortalidad de árboles y reducciones en la productividad forestal. El efecto combinado del cambio antropogénico del uso de la tierra y el cambio climático aumenta la vulnerabilidad de los ecosistemas terrestres a los eventos climáticos extremos y los incendios.
Ciudades y asentamientos
El IPCC expone que las áreas urbanas de Latinoamérica son zonas vulnerables por muchas razones. En particular, por las altas tasas de pobreza e informalidad, infraestructura deficiente y distribuida de manera desigual, déficit de vivienda y ocupación recurrente de áreas de riesgo.
Según el Panel Intergubernamental, esta condición de vulnerabilidad se ve impulsada por instituciones políticas y gubernamentales inestables, que sufren corrupción, de una gobernanza débil y de capacidad reducida para financiar la adaptación a los impactos generados por el cambio climático. Las consecuencia climáticas en infraestructuras urbanas de abastecimiento de agua, drenaje y alcantarillado son los reportados con mayor frecuencia en Latinoamérica.
Migración
Los Andes, el noreste de Brasil y México se encuentran entre las regiones más sensibles a las migraciones y desplazamientos relacionados con el clima. Los impulsores climáticos interactúan con los impulsores sociales, políticos, geopolíticos y económicos. Los causantes climáticos más comunes de la migración y desplazamientos son las sequías, las tormentas tropicales y los huracanes, las lluvias torrenciales y las inundaciones.
Opciones de adaptación
Las políticas y acciones a múltiples escalas y la participación de actores de todos los grupos sociales, incluidas las poblaciones más expuestas y vulnerables, son elementos críticos para una adaptación efectiva, según los expertos del IPCC.
Los enfoques de investigación que integran el conocimiento indígena y los sistemas de conocimiento local con las ciencias naturales y sociales han aumentando desde 2014. Esto ayuda a mejorar los procesos de toma de decisiones en la región, reducir la mala adaptación y fomentar la adaptación transformadora a través de la integración con la adaptación basada en ecosistemas y en la comunidad.
Barreras
El mayor obstáculo para la adaptación es la financiación, según el IPCC. También señala una brecha significativa en la identificación de los límites de la adaptación y una débil capacidad institucional para su implementación.
La inestabilidad institucional, los servicios fragmentados y la mala gestión del agua, las estructuras de gobernanza inadecuadas, los datos y análisis insuficientes de la experiencia de adaptación son barreras para abordar los desafíos del agua en la región.
Desarrollo resiliente al clima
La organización social, la participación y la reconfiguración de la gobernanza son esenciales para desarrollar la resiliencia climática. El diálogo y el acuerdo que incluyen múltiples actores son mecanismos para reconocer las compensaciones y promover dinámicas específicas para cada región.
Los expertos del IPCC también indican que las iniciativas para mejorar los asentamientos informales y precarios, garantizando el acceso a la tierra y a la vivienda digna, deben estar alineadas con políticas integrales de adaptación que incluyan el desarrollo y la reducción de la pobreza, la desigualdad y el riesgo a desastres.
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