ODS13. Informe del IPCC en España: impacto del cambio climático en la agricultura, la sequía y en la vida de las personas | Corresponsables.com España
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 Gobernanza,  Medio Ambiente

ODS13. Informe del IPCC en España: impacto del cambio climático en la agricultura, la sequía y en la vida de las personas

Implicaciones para España extraídas del informe del Grupo de Trabajo 2 del IPCC

28-02-2022

Según el Informe del IPCC, las pérdidas de cosechas debidas a la sequía y al calor extremo se han triplicado en toda Europa en los últimos 50 años y se prevé que aumenten con el calentamiento continuado, teniendo la mayor parte de estas pérdidas lugar en el sur de Europa. España será especialmente vulnerable a esto: si las emisiones no se reducen rápidamente y el calentamiento supera los límites del Acuerdo de París, el rendimiento del maíz podría disminuir hasta un 80% en España y los países vecinos. En términos generales, la productividad de los cultivos caerá un 17% para 2050. En teoría, el riego podría limitar estas pérdidas a un 11%, pero eso depende de que haya suficiente agua disponible, lo que podría no ser así.

Con el calentamiento continuado, las zonas agrícolas adecuadas en Europa se desplazarán hacia el norte, reduciendo la tierra disponible para agricultura en España. La amenaza de las plagas también aumentará con el calentamiento, con un mayor riesgo de plagas de escarabajos de madera en el norte de España, como se señala en un estudio citado en el informe.

El riesgo de sequías aumentará en la región mediterránea. La sequía ya le cuesta a España unos 1.500 millones de euros al año, según un estudio citado en el informe. El mismo estudio señala que hasta el 80% de las tierras de la región mediterránea experimentarán un aumento de la frecuencia de sequías si no se reducen las emisiones, con múltiples pérdidas económicas debido a la disminución de rendimientos agrícolas, interrupciones en el transporte y producción de electricidad, y reducción del suministro público de agua. Otro estudio citado estima que los daños relacionados con la sequía en España aumentarán un 250% si las emisiones siguen aumentando.
 

La disponibilidad de agua en España disminuirá con el calentamiento continuado

A medida que el planeta se calienta, el agua será cada vez más escasa en España y en otros lugares del sur de Europa, y se prevé que el 54% de la población estará expuesta a estrés hídrico si las emisiones se reducen solo un poco más rápido de lo previsto actualmente, cifra que podría limitarse al 18% con una rápida reducción de las emisiones. España será uno de los países más afectados de Europa, con 7 millones de personas más viviendo en zonas con escasez de agua si las emisiones se reducen solo un poco más rápido de lo previsto actualmente, según un estudio citado en el informe. 

El aumento de la demanda de agua, combinado con unas condiciones más secas, podría agotar las reservas de agua subterránea en la región mediterránea. La escasez de agua limitará la posibilidad de utilizar el regadío para la agricultura, lo que podría aumentar enormemente las pérdidas y llevar a muchos agricultores a abandonar sus tierras, además de provocar pérdidas en otros sectores, como el transporte marítimo, la generación de energía hidroeléctrica y la industria manufacturera. El potencial de adaptación a la reducción de la disponibilidad de agua será limitado, tendrá contrapartidas económicas y medioambientales y no será suficiente para evitar grandes daños si no se reducen las emisiones.

El efecto combinado de estas alteraciones en España, si las emisiones continúan y las temperaturas aumentan aún más, incluirá un importante daño económico. Un estudio citado en el informe estima que, con emisiones elevadas, España podría ver disminuir su PIB per cápita en un 46% a finales de siglo debido a las altas temperaturas. 
 

El calor extremo amenazará a las personas y a la biodiversidad en España

España será uno de los países europeos más amenazados por el calor extremo. Si las emisiones siguen siendo elevadas, olas de calor tan inusuales que ahora solo se producen una vez cada 50 años se producirán todos los años en España, según un estudio citado en el informe. A mediados de siglo, el número de personas que morirán anualmente por el calor en España pasará de unas 1.500 a hasta 8.000 si las emisiones son elevadas, según otro estudio citado en el informe. Incluso esto podría ser una subestimación importante: otro estudio también citado en el informe prevé que las muertes relacionadas con las olas de calor en España podrían multiplicarse por 40 si las emisiones son altas.

Si no se reducen las emisiones, el calor supondrá otros costes para España. Las necesidades de energía para climatizar edificios podrían duplicarse en 2035 y multiplicarse por casi 3,5 en 2065 si no se reducen las emisiones de carbono. Unas condiciones más cálidas y secas también aumentarán el riesgo de incendios forestales. La reducción de las emisiones limitará el aumento del riesgo de incendios forestales: un estudio citado en el informe prevé que la superficie quemada en la región mediterránea aumentará un 87% si las emisiones globales se reducen un poco más rápido de lo previsto actualmente, pero hasta un 187% si la reducción de las emisiones es un poco más lenta de lo previsto actualmente, en comparación con un escenario en el que las emisiones se reduzcan mucho más rápido.

El calor extremo también supone una gran amenaza para la biodiversidad de España. Las plantas y los animales del Mediterráneo son muy susceptibles a las olas de calor marinas, ya que no pueden desplazarse hacia el norte para encontrar aguas más frescas. Si las emisiones globales no se reducen rápidamente, las praderas marinas de posidonia en el Mediterráneo se extinguirán en 2050 debido a olas de calor marinas más frecuentes e intensas. Con una reducción más lenta de las emisiones y un mayor aumento de la temperatura, las medidas de adaptación podrían no ser suficientes para evitar la degradación de muchos entornos naturales.
 

España se verá afectada por los efectos de los fenómenos extremos que se produzcan en otros lugares

Aunque España se verá afectada por los efectos de los cambios climáticos que se produzcan dentro de sus fronteras, también se verá profundamente afectada por las consecuencias de los cambios que se produzcan en otros lugares.

Por ejemplo, el cambio climático afectará a las cadenas de suministro internacionales, a los mercados, a las finanzas y al comercio, reduciendo la disponibilidad de bienes en España y aumentando su precio, además de perjudicar a los mercados para las exportaciones españolas. Las perturbaciones económicas causadas por el cambio climático, como la reducción de los rendimientos agrícolas, los daños a las infraestructuras críticas y el aumento de los precios de los productos básicos, podrían provocar inestabilidad financiera. Unos niveles elevados de calentamiento podrían provocar un descenso del PIB mundial del 10 al 23% a finales de siglo, en comparación con un mundo sin calentamiento. Un estudio citado en el informe estima que las pérdidas del PIB a finales de siglo serán de hasta el 42% en China y del 92% en la India, si las emisiones son elevadas.

El cambio climático ya está perjudicando a las cadenas de suministro. Por ejemplo, las inundaciones de Tailandia en 2011 afectaron a la producción de semiconductores, lo que provocó que la producción industrial mundial cayera un 2,5% y que los precios de los discos duros aumentaron entre un 80 y un 190% (una investigación independiente, no incluida en el IPCC, ha descubierto que el cambio climático hizo más intensas las lluvias que provocaron estas inundaciones).

Es probable que este tipo de alteraciones sean cada vez más frecuentes, especialmente si las emisiones son elevadas, ya que las lluvias más intensas, las tormentas más fuertes y la subida del nivel del mar provocarán más inundaciones en los puertos y otras infraestructuras costeras. En noviembre de 2021, una vez redactado el informe, las inundaciones en Canadá y los cierres de carreteras y ferrocarriles retrasaron la llegada de cargamentos al puerto de Vancouver, que gestiona la mayor parte de las exportaciones de grano de Canadá. Esto significó que los barcos regresaron a Asia con contenedores vacíos, debido a la falta de espacio para almacenar los contenedores, lo que provocó retrasos adicionales en las exportaciones de Canadá y afectó al transporte marítimo internacional. 

El suministro internacional de alimentos también está amenazado. Si no se reducen rápidamente las emisiones, aumentará el riesgo de que las cosechas se pierdan de forma generalizada debido a los fenómenos extremos que afectan a varios lugares del mundo. Esto podría provocar una escasez de alimentos a nivel mundial y un aumento de los precios, lo que perjudicaría especialmente a las personas más pobres y aumentaría el riesgo de malestar social. Por ejemplo, en el caso del maíz, la probabilidad de perder el 10% o más de la cosecha en varios lugares del mundo en un año pasa de casi el 0% con el clima actual al 86% si las emisiones siguen aumentando, pero puede limitarse a sólo el 7% si las emisiones se reducen rápidamente. Las amenazas al suministro de alimentos y a la disponibilidad de agua, debidas al cambio climático continuado, pueden aumentar el riesgo de disturbios sociales y conflictos armados, sobre todo en los países más pobres, aunque también son importantes otros factores.
 

Entrevista a Tatiana Nuño, Responsable de la campaña contra el Cambio Climático en Greenpeace, aquí.