
Yo apuesto por las empresas saludables y más humanas
El papel lo soporta todo, eso es lo que pensamos, así que por qué no decir lo que toca, lo políticamente correcto, si es que realmente debería ser así, a fin de cuentas hablamos de la declaración Universal de Derechos Humanos, y tanto su artículo 3, como el 23, 24 y 25 hablan del derecho a la seguridad, al trabajo, al salario justo, a la igualdad y como no a la SALUD Y BIENESTAR, es obligatorio para las empresas cumplir con estos principios, son los mínimos para poder trabajar con dignidad y aportar valor a la sociedad. Y por eso hablo de coherencia, porque una cosa es lo que dicen las memorias de sostenibilidad y políticas de las empresas y otra lo que se vive dentro.
Si cogemos a varios trabajadores al azar de una empresa, ¿creéis que aprobarían esas memorias? Probablemente ellos vivan otra realidad, sus sueldos y condiciones laborales son precarias, la inestabilidad laboral les crea ansiedad por el futuro, la igualdad pillada con pinzas en muchos casos, la conciliación que facilitaría el bienestar de los trabajadores cada vez cuesta más, etc…bueno, igual a muchos esto que digo les suena lejano, ¡enhorabuena!, sois el ejemplo para otras empresas, pero no podemos olvidar a todas las personas que están sufriendo las desventajas de la incoherencia.
Estamos en un auge de las Empresas Saludables, y es un placer por mi parte contribuir a que esto sea posible, lo que sucede es que esto tampoco debe quedarse en un producto marketiniano. Los datos nos hablan de un hecho, el absentismo sigue aumentando en nuestro país, concretamente AMAT (Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo) cifra en el 2016 un aumento del 15%, situándose las bajas por enfermedad común en 4,5 millones, o en datos del PIB, estas bajas suponen un coste de más del 6% del PIB. ¿Escalofriante, no? Algo no estamos haciendo correctamente, porque estos datos obedecen más bien a que abundan las empresas tóxicas en lugar de las saludables.
¿Se imaginan que todas las empresas en España fuesen saludables y tener esos datos de absentismo?, seguro que no. No sería coherente. Pues ahí voy, la coherencia es la relación que mantienen unas cosas con otras, este es el resultado de que algo no estamos haciendo bien en las empresas a día de hoy, y dejemos de ponernos excusas, la crisis es algo externo, que no podemos influir de forma directa en ella, pero sí puedo influir de forma directa en mi empresa. Los barcos no se hunden por el agua que les rodea, se hunden por el agua que entra en ellos. No permitas que lo que sucede a tu alrededor te condicione tanto que te hunda, ¿tu empresa es un barco sólido? Pues entonces por más tormentas que lo sacudan permanecerá a flote.
Desde luego yo apuesto por las empresas saludables y más humanas, considero que debemos poner en práctica el sentido común, la coherencia, la ética y el valor para comenzar a hacer las cosas de otro modo si queremos conseguir resultados distintos. La salud es la base para conseguir cualquier cosa que nos propongamos, por eso las empresas deberían ser más coherentes con este principio, como decía Bernard Le Bouvier de Fontenelle; ¡la salud es la unidad que da valor a todos los ceros de la vida” y si quieres que tu empresa tenga más valor por coherencia debería tener más salud. Está en tu mano.